“El funcionamiento de la Justicia Federal se está convirtiendo en una nueva excentricidad argentina. Los funcionarios se han vuelto impredecibles. Eso se debe a que no hay un actor externo con el suficiente poder para alinearlos. Macri ha renunciado a serlo. No tanto por como por incompetencia. Sus interlocutores con los tribunales son tantos -Garavano, Angelici, Arribas, Pérez Chada, Torello, Rodríguez Simón- que terminan siendo ninguno”.

Así explicó el editorialista de La Nación, Carlos Pagni, cómo se desarrolla el nuevo entramado judicial en torno a la causa de los cuadernos de Oscar Centeno. Sostuvo además, que la polarización dejó vacío el debate político y las disputas por el poder se trasladaron a los despachos de jueces y fiscales.

Bonadio se resisite a prestarle atención a los Eskenazi

En tanto, por cuarta vez en el año, volvió a señalar a los Eskenazi como la piedra angular para explicar cómo manejaban el dinero de los cuadernos los Kirchner. Sin embargo, puso en cuestionamiento que el juez Claudio Bonadio decida investigar al titular del banco provincial. “A pesar de que los Eskenazi son un engranaje central en el universo financiero del kirchnerismo, Bonadio se resiste a prestarles atención”, subrayó.

Sobre esto último, Pagni recordó una de las declaraciones de Ernesto Clarens en la Justicia: “Cuando Clarens mencionó a los Eskenazi, alguien del juzgado le indicó que, para conseguir los beneficios del arrepentimiento, debería retirar aquella imputación”.

Para el editorialista, la foto de Bonadio con Eskenazi en un restaurante de Recoleta que dio a conocer Horacio Verbitsky sugiere que fue el propio Bonadio el que deslizó aquella indicación. "¿Se excusará Bonadio en homenaje a las pastas de La Pecora Nera?", concluyó.