"Si aparecen más cosas es mejor, pero alguien instaló el mito de la cueva con los lingotes", afirmó hoy el fiscal Carlos Stornelli, a cargo de la investigación por la denominada "causa de los cuadernos", antes de conocerse que el ex funcionario kirchnerista, Juan Manuel Campillo se convirtió en arrepentido. El autor de la frase sabe quién es ese "alguien" que instaló la idea de que en algún lugar de alguna de las propiedades de Cristina Kirchner hay un espacio donde ella y su marido guardaban cantidades incalculables de dinero. También lo sabe el juez Claudio Bonadio.

Stornelli lo dijo a modo de autocrítica. El fiscal necesita que la opinión pública vaya desprendiéndose de esa fantasía porque cuanto más tiempo pase sin que ese habitáculo aparezca, más se dañará su credibilidad, la de Bonadio y la de la causa que se presentó como la trama de corrupción más importante de la historia argentina.

Antes de conocerse que Campillo -exministro de Hacienda de Santa Cruz y extitular de la ONCCA- decidió presentarse como arrepentido, el fiscal había adelantado que habría más y que con ellos se generó "un círculo virtuoso de comprender lo importante que era hacer un aporte", según explicó en radio Mitre. Además, agregó que "todo lo que sume y ayude a confirmar lo que se creía es importante". Lo que no ayude a conformar lo que se creía, no.

Desde que comenzó la investigación, Stornelli remarcó varias veces que en ese expediente está en juego su carrera. Por eso, hoy insistió en que "hay mucho detectado" y trató de desarmar "la falsa fantasía de la cueva o del cofre del tesoro que debería estar y no estaba", para no generar falsas expectativas.

Mientras tanto, el fiscal de la Cámara Germán Moldes rechazó el pedido de prisión preventiva que habían hecho Stornelli y Carlos Rívolo contra el presidente de Techint, Paolo Rocca, y  otros cuatro imputados en la causa, aunque confirmó el procesamiento de todos. Según Moldes, "no hay riesgos procesales" que indiquen que los acusados deban transitar el proceso privados de su libertad. 

"Los antecedentes de su participación y sujeción al proceso no permiten inferir que en el futuro no se someterán a las obligaciones del mismo o a las impuestas por el juez de la causa", sostuvo Moldes en el dictamen sobre los empresarios Rocca, Alberto Padoan y Rubén Aranda, el exjefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina y su secretario, Hugo Larraburu.