Después de las tensiones y cortocircuitos, dichos y entredichos, el Gobierno intentará buscar un acercamiento a una de las principales socias fundadoras de Cambiemos, Elisa Carrió.

El encuentro está previsto para los primeros días de enero y por parte del gobierno será Marcos Peña quien se reunirá con la líder de la Coalición Cívica. Será la primera reunión después de las críticas de Carrió al Protocolo de Seguridad impulsado por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich y el inicio de juicio político a Germán Garavano.

Y aunque todavía no hay certezas de un encuentro con Mauricio Macri, según informó Clarín, Carrió reconoce que Marcos Peña será quien concentre las decisiones de cara a la campaña. Por ello es que la diputada señaló hace pocos meses que Peña es uno de los pocos funcionarios que se atrevía a llevarle malas noticias al presidente.

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En diversas declaraciones realizadas recientemente, Elisa Carrió sostuvo que no le gustaría renovar su banca y no tiene interés en adquirir un puesto en la Cámara Alta. Lo que sí buscaría es extender el poder territorial de su partido.

Desde el gobierno hicieron caso al pedido de Carrió y el Jefe de Gabinete recibió en su despacho al diputado provincial de la Coalición Cívica por Catamarca, Rubén Manzi. Hubo fotos, sonrisas y publicaciones en Twitter. En los dos partidos repiten que Manzi será el candidato a gobernador de Cambiemos en la provincia.

El territorio que Carrió pretende conquistar será uno de los temas analizados entre la última semana de diciembre y los primeros días de enero se reunirán con Carrió para definir la estrategia nacional y de cada distrito de su partido. Lilita pretende repetir el exitoso resultado que se dio en las elecciones legislativas pasadas donde pasó de tener cinco a diez legisladores.

En la Coalición no descartan sumar a algunos de sus dirigentes en las fórmulas de las provincias -además de Catamarca- donde Cambiemos es competitivo. En el PRO, en cambio, relativizan esas versiones.

La tensión entre Carrió y Macri llegó a su clímax en las últimas semanas. No se hablan desde octubre. La diputada presentó un pedido de juicio político contra Germán Garavano y disparó con munición gruesa por el Protocolo de Seguridad. "No vamos a ir al fascismo", alertó.

Desde el PRO, los dirigentes más importantes como María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta e incluso la misma Patricia Bullrich relativizaron los dichos afirmando que todos tenían buena relación con la diputada nacional.

El fin de semana pasado se realizó en la localidad bonaerense de Ezeiza, Carrió negó que hubiese una ruptura pero lanzó una frase lapidaria: "Nosotros somos Cambiemos, pero no somos corruptos, que también los hay en Cambiemos”.

La mesa chica del PRO -con María Eugenia Vidal, Peña y Horacio Rodríguez Larreta- volverá a reunirse el 7 de enero para analizar el escenario. Para marzo, prevén un encuentro nacional de Cambiemos, acaso sea con Carrió.