El debilitamiento de Carlos Rosenkrantz como presidente de la Corte Suprema traspasó las paredes del Palacio de Tribunales y corrió dos sillas de la mesa chica del presidente Mauricio Macri: José Torello, jefe de asesores de Presidencia, y el parlamentario del Mercosur Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, dos de los principales operadores del oficialismo en el poder Judicial, serán quienes deban pagar los platos rotos por el fracaso de sus gestiones.

Torello y Pepín, devaluados por el vacío de poder en la Corte y el debilitamiento de Rosenkrantz

El Gobierno les reprocha no haber podido neutralizar del todo al extitular del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, que siguió siendo la figura más gravitante a pesar de haber perdido su cargo y es señalado como el autor intelectual de la jugada que dejó prácticamente sin funciones a Rosenkrantz, al limitar su figura a cuestiones estrictamente protocolares. La acordada del martes tuvo las firmas del "power trío" conformado por Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti y el apoyo silencioso de Elena Highton de Nolasco, que sobre el final decidió abstenerse. Fue el mismo día de la derrota 4 a 1 que tuvo con el fallo por las jubilaciones.

En esa acordada, el power trío le marcó la cancha a Rosenkrantz, hacia adentro, y al Ejecutivo, hacia afuera. Por un lado, determinaron que las decisiones de administración, nombramientos de personal y cualquier decisión de superintendencia necesitará del apoyo de la mayoría del cuerpo, aunque el presidente no sea uno de ellos. Por otro, se encargaron de remarcarle al Gobierno que los movimientos de Elisa Carrió no le causan gracia, al ratificar por unanimidad la política de administración, presupuesto, y el fondo anticíclico creado por el denunciado Héctor Marchi.

Según Ámbito Financiero, las internas en la Corte no terminan allí y, en la próxima reunión de acuerdos -que será la última antes del receso de verano- el expresidente del tribunal buscará también restarle poder a Highton, con el documento que ella misma firmó recortándole facultades a Rosenkrantz hace dos semanas. La constante tensión, según el matutino, podría llevar al Ejecutivo a buscar ampliar de nuevo el cuerpo a siete miembros, si es que gana las elecciones del año que viene.