Dos semanas después de cristalizar en Buenos Aires la tregua comercial con China, Donald Trump se llevó al bolsillo un triunfo tras la confirmación de que la multinacional Apple invertirá US$1000 millones en una planta de Texas, que albergará a 5000 empleados. 

Meses atrás, en medio de la guerra de aranceles con el gigante asiático, el primer mandatario había exhortado a la compañía que dirige Tim Cook para que apartara su producción de China y la trasladara a su país. "Hagan sus productos en los Estados Unidos en lugar de en China. Comiencen a construir nuevas plantas lo antes posible. ¡Emocionante!", lo presionó mediante redes sociales.

Desvelado por la aplicación de un proteccionismo que supone esencial para el progreso de su nación, Trump le agradeció al CEO de la primera empresa en valer un trillón de dólares por su decisión. "Gracias Tim Cook por aceptar expandir su negocio en Estados Unidos y crear cientos de empleos", tuiteó esta tarde.

Las declaraciones del magnate norteamericano contrastan con las que realizó contra General Motors, que anunció planes para cerrar cuatro plantas en Estados Unidos y eliminar hasta 15.000 puestos de trabajo.

"Este país ha hecho mucho por General Motors, así que más vale que vuelvas a Ohio pronto", atacó Trump, visiblemente enojado por el cese de actividades en un estado clave en las elecciones de 2020, donde Trump aseguró durante la campaña de 2016 que no sufrirían pérdidas de empleo.

En este contexto, al Gobierno argentino le preocupa la decisión de la mayor compañía automotriz estadounidense por un eventual coletazo en la Argentina, ya que posee dos plantas en el país.