Este lunes se cumplen tres años desde que el presidente Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada. Las ambiciosas -y no tan ambiciosas- promesas de campaña lo muestran hoy debilitado. Después de un primer año negativo, repuntó para volver  a imponerse en los comicios de medio término. El 2018 lo volvió a golpear y pase lo que pase en los próximos doce meses, el país terminará peor en los principales índices económicos -pobreza, inflación y PBI- que los que dejó Cristina Kirchner al abandonar la presidencia.

Según un informe realizado por Chequeado, el presidente sólo cumplió con dos de sus veinte promesas de campaña. Macri extendió la asignación universal e incluyó en ella a los hijos de los monotributistas e impulsó la ley del arrepentido. De las otras 18, 12 están en proceso -muchas apenas comenzadas o demoradas- y las seis restantes directamente las incumplió.

El presidente sólo cumplió con dos de sus veinte promesas de campaña.

El discurso durabarbista para ganar campañas tiene el peligro de, una vez en el sillón presidencial, caer en el vacío y no lograr cumplir siquiera con el mínimo de expectativas de los votantes y la sociedad en general. La reelección se torna complicada cuando se piensa en cómo logrará el macrismo convencer nuevamente a los votantes de que esta vez sí mejorará la economía.

En ese sentido, muchos defensores de Cambiemos, sobre todo funcionarios, arguyen que un mandato es insuficiente para dejar atrás los desmanes kirchneristas. Si esto es así, se está admitiendo al mismo tiempo que el presidente mintió durante la campaña o, como mínimo, se equivocó por mucho.

Desde que Macri llegó al Poder Ejecutivo, el gas subió 747%; la electricidad, 1644%; el agua, 512%; el transporte, 217% y la inflación fue de 158%. En tanto, los asalariados privados sólo vieron subir su salario un 0,5% y, los públicos, 1,6%. El riesgo país creció 63% y la deuda en dólares, 35%. La pobreza, si bien se desconoce el último dato, cerraría el año arriba del 30%.

Desde que Macri llegó al Poder Ejecutivo, el gas subió 747%; la electricidad, 1644%; el agua, 512%; el transporte, 217% y la inflación fue de 158%.

Los números en rojo se cobraron varios funcionarios de las carteras económicas. Pasaron por las filas del macrismo dos presidente del Banco Central (Sturzenegger y Caputo) y un ministro de Economía (Alfonso Prat Gay). El PBI sólo creció en uno de los tres años, y el acumulado registra una caída per cápita de más del 18%.

Otro golpe de confianza provino del tipo de cambio. Si la salida del cepo fue vista con cierto éxito, el descontrol de la divisa es una de las principales falencias del Gobierno. El dólar creció 280% en la era Macri -pasó de 9,80 a 38,40-.

Las encuestas recientes reflejan la creciente impopularidad del mandatario. En algunas empata técnicamente con Cristina; en otras, la ex presidenta directamente lo vence, incluso en escenarios donde el peronismo no se une y Argentina Federal -integrado por Pichetto, Massa, Schiaretti y Urtubey- presenta candidatos propios.

Los que ven el vaso medio lleno y anotan porotos a favor, sostienen que la recuperación del Indec y la publicación -y multiplicación- de cifras oficiales es sinónimo de una transparencia que antes no se veía. Y que los diagnósticos sólo pueden salir bien cuando se pueden leer correctamente los síntomas. La inflación, aunque descontrolada, muchos dicen que al menos ahora no está viciada por el control de precios y la manipulación estadística, y que comenzará a bajar en 2019, aunque no queda claro cuánto durará esa caída.