Sin considerar una eventual reconciliación, la líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió puso en jaque su relación con el presidente Mauricio Macri y la dejó en el peor estado desde que Cambiemos llegó al poder. Tras varios meses de frialdad y diálogo nulo, una cadena de tuits bastó para profundizar la grieta y dinamitar las pocas ganas que tenía Macri de concretar un acercamiento.

Por un lado, la diputada nacional atacó uno de los puntos centrales de la estrategia electoral basada en seguridad que ya había empezado a mostrar el PRO, en línea con las directivas del ecuatoriano Jaime Durán Barba. "Al humanismo no se renuncia por demagogia electoral. No me importa perder votos, no es mi idea la disputa de poder ni los cargos públicos", dijo Carrió este miércoles en otra tanta de mensajes.

"No voy a avalar la estrategia Bolsonaro", advirtió Carrió.

"No voy a avalar la estrategia Bolsonaro", advirtió este lunes la líder de la CC a su entorno, luego de enterarse de la resolución del Ministerio de Seguridad por su publicación en el Boletín Oficial y no por boca del Gobierno. Eso molestó a la legisladora y no tuvo reparos a la hora de dejar expuesta la apuesta electoral del PRO, apoyada en Patricia Bullrich. 

Con la ministra de Seguridad, Carrió nunca logró recuperar el vínculo que se rompió cuando Bullrich decidió abandonar la Coalición Cívica en 2011. "A la ministro se le va la mano", subrayó la chaqueña, al abrir otra guerra con un integrante del Gabinete, tras el pedido de juicio político contra el ministro de Justicia, Germán Garavano. 

Carrió contra los "amigos" de Macri: no quiere que Mindlin, IECSA y Edenor financien a Cambiemos

El otro punto que molestó al Gobierno y que dejó a la vista Carrió fue el proyecto de financiamiento de los partidos políticos, que habilita a las empresas a aportar dinero en las campañas. Carrió aseguró que no le "importa lo que diga el presidente" al respecto, el día que se trate el tema votará en contra. Sus palabras hicieron que se terminara de caer el intento del oficialismo de discutir el proyecto durante las sesiones extraordinarias que convocó Macri hasta el próximo 21 de diciembre, aunque insitiría el año que viene.

"No quiero que nos financien Marcelo Mindlin, Edesur, Edenor, IECSA y Odebrecht", le mandó a decir Carrió al presidente tras blanquear su rechazo público a la iniciativa, según pudo saber El Canciller. El mensaje apunta directo al corazón del PRO y al origen empresario del jefe de estado. Para la legisladora, que no se permita el aporte de empresas a los partidos políticos es lo que "mantiene la independencia para defender al pueblo". Y remató: "No me importa lo que opine el presidente, sostengo lo mismo que decimos desde hace 25 años".

"No quiero que nos financien Marcelo Mindlin, Edesur, Edenor, IECSA y Odebrecht", recalcó la diputada.

Carrió nombró específicamente a Mindlin, presidente de Pampa Energía, dueño de Edenor y de la empresa IECSA, que le compró al primo de Macri, Angelo Calcaterra. El empresario, muy cercano al Gobierno, fue indagado por el juez Claudio Bonadio en el marco de la causa por supuestas coimas en la obra pública durante el kirchnerismo. Aunque en el caso de los cuadernos el magistrado le dictó la falta de mérito, Carrió considera que ese tipo de relaciones no le suman a Cambiemos y podrían comprometer la alianza gobenante a nivel político.