El jugador de Boca aseguró que es "una derrota para el fútbol argentino” y que la final sólo se jugará porque uno de los dos equipos tiene que ir al mundial de clubes, pero ya no tiene sentido. En tanto, opinó que el operativo "fue raro”.

"No sé si estuvo armado o no para que no se juegue, pero esto no es normal, teníamos nerviosismo después que pasara algo malo con el G20 pero parece que fue todo tranquilo, no entiendo nada de política pero me parece que fue todo perfecto”, siguió.

Hace dos semanas, Riquelme participó de un partido de fútbol en la Quinta de Olivos. El diez jugó para el lado de Mauricio Macri, anfitrión del encuentro. "Pasamos un momento lindo con muchos ex jugadores y logramos que pague un asado, que es bastante difícil. Con él hablé de fútbol, jugamos en el mismo equipo. Para mí el plan perfecto es jugar al fútbol y comer asado", subrayó.

Sobre la posible candidatura a la presidencia de Boca. "No lo sé si me gustaría ser presidente de Boca. Amo mucho a mi club, soy bostero gracias a mi papá y me voy a morir bostero como todos los hinchas de Boca. Ojalá podamos ganar el domingo. Si las cosas no van bien tendré que pensar mucho para ver qué es lo mejor".