Su duro discurso frente a algunos casos -la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, el asesinato de Rafael Nahuel o el caso Chocobar- le hizo sumar oponentes dentro del Gobierno, pero siempre contó con el respaldo de Macri. Ni siquiera en el momento que ninguna silla estaba segura en el Gabinete la ministra de Seguridad se sintió en jaque.

Con el G20 consumado, a la ministra se le adjudica el éxito en el megaoperativo que incluyó a 22 mil efectivos. Sin incendios como los ocurridos en Hamburgo el año pasado, la imagen de una Buenos Aires tranquila que se llevaron los principales mandatarios de las potencias mundiales hace subir nuevamente el perfil de Bullrich.

Entre los liberales y conservadores, que no ven un avance en materia económica ni una apertura comercial importante en el macrismo, se destaca el perfil de Bullrich como la única a la altura de las circunstancias. Empoderada por la dimisión de Martín Ocampo en la Ciudad, el éxito del G20 y el avance de las ideas de derecha, escuchan en Casa Rosada a quienes la piden para reemplazar a Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad o para acompañar a Macri en la boleta presidencial.