El conflicto entre el PRO y la UCR que la semana pasada escaló a niveles de máxima tensión por la pérdida de un asiento en el Consejo de la Magistratura ya no es tal. En las últimas horas, un acuerdo por el temario de las sesiones extraordinarias del Congreso ayudó a suavizar las heridas que habían dejado los reproches públicos del radicalismo al Gobierno por la banca de Mario Negri en el órgano que designa y remueve jueces.

Afloja la tensión interna, pero se demora la cumbre de reconciliación entre el PRO y la UCR

Estaba todo encaminado para que este miércoles se llevará a cabo un almuerzo de reconciliación en la Casa Rosada, del que participarían los principales referentes de la UCR, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, blanco principal de las críticas del radicalismo.

Sin embargo, poco antes de subirse al avión rumbo a Buenos Aires, el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, recibió la noticia de la muerte de su padre, de 84 años, situación que obligó a posponer el encuentro de los socios de Cambiemos. En la reunión iban a dar señales de unidad y también tenían pensado empezar a hablar sobre los armados electorales en los principales distritos del país. Con la Cumbre de Líderes del G20 a punto de arrancar, la cita de tregua se pospondrá al menos hasta la próxima semana. 

Más allá de la suspensión del almuerzo por causas de fuerza mayor, la presión en Cambiemos ya había comenzado a bajar. Este martes, un encuentro entre el jefe del bloque de diputados radicales, Mario Negri, y el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, destrabó la agenda de las sesiones extraordinarias, que el Ejecutivo está pronto a convocar, y aflojó la tensión en el oficialismo.

Además, también se produjo otra reunión clave entre Frigerio y el gobernador de Corrientes, Eduardo Valdés, en el que se abordó la crisis en el vínculo entre ambas fuerzas.

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