Rafael Santos Borré fue el jugador que más sufrió la primera Superfinal de la Copa Libertadores. Esencial en el entramado ofensivo de Marcelo Gallardo y clave en las series ante Racing, Independiente y Gremio -en todas convirtió-, será el único jugador que quedará al márgen de la revancha en el Monumental por acumulación de tarjetas amarillas -de los siete jugadores que estaban al límite, sólo él fue sancionado-.

En lo que fue un frenético primer tiempo con mayor dominio de River, el delantero perdió el duelo con Agustín Rossi en dos oportunidades: la primera, al conectar un cabezazo cruzado que el arquero xeneize desvió al corner, y la segunda, en un mano a mano inigualable, pese a que luego la jugada fue anulada por posición adelantada.

Sin embargo, el error más grave llegó cuando tuvo que defender. En el segundo gol de Boca, quedó expuesto por marcar de manera deficiente a Darío Benedetto en un tiro libre frontal que no presentaba mayores peligros.