La delegación de River Plate partió desde el Monumental hacia La Boca para la primera Superfinal de Copa Libertadores despedidos por más de cuatro mil personas que participaban de una "banderazo" autoconvocado por los hinchas.

Con banderas, humo de color blanco y rojo, los fanáticos millonarios le brindaron su apoyo a los jugadores del plantel conducido por Marcelo Gallardo, que se quedó en la concentración por la suspensión que le dio la Conmebol, tras su acto de rebeldía en Porto Alegre.