Dos años después de la ruptura de relaciones, Cristina Kirchner recibió la semana pasada al Movimiento Evita en el Instututo Patria, en otro gesto de acercamiento con Felipe Solá, que hace pocos días rompió con Sergio Massa y conformó un bloque propio junto a los diputados de ese espacio.

El encuentro fue el miércoles pasado, pero recién trascendió ayer. Aunque no se habló de candidaturas, según los asistentes la expresidenta remarcó en tres oportunidades la importancia de las primarias para resolver quiénes serán las personas que integren las listas del frente opositor del que formará parte su espacio.

Estuvieron presentes los dos "jefes" del Evita, Emilio Pérsico y Fernando "Chino" Navarro, y el diputado nacional Leonardo Grosso, intregrante del bloque Red por Argentina que encabeza Solá. También asistió el exjefe de Gabinete Alberto Fernández, que trabaja cerca del exgobernador bonaerense.

"Estuvimos con Cristina pero estamos apoyando la candidatura de Felipe. Hay que constuir un gran frente opositor que derrote a Macri", remarcó ayer Pérsico, que además destacó que la líder de Unidad Ciudadana "viene propiciando una unidad de los sectores opositores" y, en ese sentido, "quiere ir a un gran acuerdo del peronismo".

"Consideramos necesaria la reunión en nuestra idea de construir puentes. No se puede hablar de hacer la unidad para ganarle a Mauricio Macri si no hablamos todos los actores de la política y Cristina es una actora más que importante, por lo que expresa simbólicamente y por lo que muestran las encuestas en cuanto a cantidad de votos", dijo Navarro sobre las derivaciones políticas de ese reencuentro.

En otro gesto de acercamiento a Solá, descongela Cristina su relación con el Evita

Cristina evitó reproches por la actitud que tuvo la organización en 2016, que derivó en la ruptura del bloque del Frente para la Victoria, y por la decisión de apoyar en 2017 a Florencio Randazzo, a pesar de que Jorge Taiana (otro referente del Evita) había sido su compañero en la lista de Unidad Ciudadana.

De parte de los invitados hubo un tono autocrítico. "No somos dueños de la verdad", dijo Navarro, que pidió "más amplitud y flexibilidad para debatir y armar un programa de forma conjunta" para ganarle a Macri: todos coinciden en el diagnóstico económico de su gobierno y en su impacto social. 

Para la expresidenta, Solá está en un lugar de oposición "correcto", a diferencia de otras épocas, y Massa debería participar de una gran PASO si pretende erigirse como líder opositor. De lo contrario, terminará pegado al oficialismo. Lo mismo ocurre con Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto. Según otro de los asistentes, la senadora fue contemplativa incluso con estos últimos, que la critican abiertamente en público.