Mientras el Ejecutivo se apunta a emitir dictámen favorable para el tratamiento del Presupuesto en el Senado, María Eugenia Vidal confeccionó su propuesta provincial para el año electoral. 

A la espera de los $19.000 millones que reclama por la indexación del Fondo del Conurbano, la gobernadora bonaerense buscará aprobar en la Legislatura un proyecto que contempla gastos por $929.000 millones y una baja en los Ingresos Brutos para diversos sectores productivos.

Las previsiones estipulan un déficit de $40.000 millones en relación a los recursos, ya que proyecta ingresos totales por $889.000 millones. La iniciativa, que ingresará a la Cámara alta en la noche del lunes, propone, respecto al corriente año, una mejora en el Fondo Educativo del 49% así como un incremento del 35% en las obras públicas.

Con la baja de Ingresos Brutos y el foco en la Educación, busca Mariu la sanción del Presupuesto

Asimismo, la Ley de leyes provincial tiene su punto neurálgico en el nuevo esquema de impuestos promovido por el oficialismo: busca aumentar los gravámenes inmobiliarios, urbanos y rurales en un 38%.

En esta línea, la aplicación de un nuevo impuesto al juego -con el que busca recaudar fondos para atenuar el gasto por la transferencia de los subsidios al transporte- también aparece en la agenda de la mandataria, quien pretende un tributo que ronde el 5%.

En cuanto a la reducción de Ingresos Brutos sobre las actividades productivas, para la producción primaria la disminución será de 1,5 a 0,75%; para la construcción, de 3% a 2,5%; servicios profesionales, de 5% a 4,5%; transporte, de 3% a 2%; comunicaciones, de 5% a 4%; servicios inmobiliarios de 6% a 5% y electricidad, gas y agua, 4 a 3,75%.

Con el objetivo de promulgar la norma, Vidal se aferró a la estrecha relación que mantiene con Sergio Massa, quien le aseguró el apoyo del Frente Renovador en la Legislatura y le aportó tranquilidad, a sabiendas del seguro rechazo del kirchnerismo y la izquierda.