Luego de los incidentes en los alrededores del Congreso durante el debate por el Presupuesto, el Gobierno cerró filas en su discurso de tolerancia cero ante los disturbios y manifestaciones violentas.

Poniendo el foco en los extranjeros y su eventual deportación ante estos delitos, el oficialismo sentó las bases de su política de seguridad de cara a la cumbre del G20 a realizarse a fines del próximo mes.

Con la mira en el G20, cierra filas el Gobierno en un discurso de tolerancia cero ante los disturbios

Impulsando juicios abreviados a aquellos inmigrantes que protagonizaron los desmanes en la Plaza de los Dos Congresos, el Gobierno instaló en la agenda un tema polémico que tiene como objetivo prevenir cualquier tipo de conflicto durante la estadía de los máximos mandatarios mundiales.

A través de una conferencia de prensa conjunta entre los ministros Patricia Bullrich y Rogelio Frigerio, y con exposiciones en los principales canales de televisión del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, su ministro de Seguridad, Martín Ocampo, y otros referentes del oficialismo, Cambiemos sepultó las polémicas por el presupuesto de la austeridad y reforzó su discurso para evitar actos similares en el evento.

Con la mira en el G20, cierra filas el Gobierno en un discurso de tolerancia cero ante los disturbios

La cumbre del G20, que se desarrollará a partir del 30 de noviembre y contará con la presencia de Donald Trump y los presidentes de las principales potencias, no solo atraerá a manifestantes extremistas de todas partes del mundo, sino también posará los ojos del mundo sobre un país que suplica de rodillas la aprobación internacional.

En esa línea Rodríguez Larreta anticipó que los operativos de seguridad para la cumbre los organizará y ejecutará el Ministerio de Seguridad de la Nación con sus respectivas fuerzas federales, pero que, de ser necesario, la Ciudad los acompañará y complementará.