Aunque se mueva entre las sombras, el ministro Rogelio Frigerio fue clave para la aprobación del presupuesto en diputados. Una cena con Sergio Massa y un café con Adolfo Rodríguez Saá le sirvieron para esgrimir la estrategia de una nueva maratónica sesión. Con la gobernabilidad como bandera, pidió aislar al kirchnerismo como el único partido con intenciones de llamar a la violencia y levantar la sesión.

Junto al presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, otra vez el ministro del Interior aparece en medio de la crisis para sumar lo que falta.

El resultado mostró a un oficialismo fortalecido frente a dos oposiciones: una que intento enfrentarlo en el recinto y otra que recurrió a la violencia para levantar una sesión en la que sobraron votos para aprobar el proyecto de presupuesto de Cambiemos. Junto al presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, otra vez el ministro del Interior aparece en medio de la crisis para sumar lo que falta.

A contramano, si la sesión de la reforma previsional de diciembre de 2017 -cuando Macri tenía mucho más caudal político que hoy, golpeado en todos los frentes por una economía que no rebota-, había mostrado a un oficialismo envalentonado y ciego al reclamo de las calles, el debate de ayer, cuya violencia no fue tanto menor a la de aquel diciembre, dejó como resultado a un kirchnerismo aislado en el intento de la desestabilización.

No sólo voces como la del diputado Nicolás Massot, quien invitó a pelear afuera del recinto a su par Leopoldo Moreau, criticaron el actuar del partido que dirige Cristina Kirchner, también lo hicieron otros sectores de la oposición, como Miguel Ángel Pichetto. El kircherismo se mostró en pantalla como una fuerza más aliada a la izquierda trotskista que al frentes como el massismo. También buscó terminar la sesión el nuevo frente que dirige Felipe Solá con Facundo Moyano.

"El problema es la repetición de este tipo de hechos. Aparecen estos sectores violentos de la izquierda argentina y algunas combinaciones con algunos partidos que tienen representación institucional y a los que les gusta alentar el fuego", subrayó Pichetto.

Pagni: "El kirchnerismo apela a un recurso parainstitucional: convocar manifestantes a la Plaza del Congreso y forzar la intervención de la policía con algún disturbio"

En su nota de este jueves, titulada "El caos como método”, el editorialista Carlos Pagni sostuvo que en la Cámara de Diputados, el kirchnerismo establece un nuevo procedimiento que se activa "cuando no se consiguieron los votos para rechazar una ley ni los diputados necesarios para impedir el quórum”. "En esa instancia, se apela a un recurso parainstitucional. En el prospecto se lee: convocar manifestantes a la Plaza del Congreso y forzar la intervención de la policía con algún disturbio”, explicó en su columna.

En la misma línea, referentes del oficialismo respaldaron hoy el actuar de los bloques no kirchnerista ni de la izquierda del recinto, incluso de aquellos que votaron en contra del presupuesto, pero que no buscaron impedir que se sesione a través de la violencia dentro de la cámara.