Diego Lagomarsino afronta hoy un momento clave en la causa por la muerte de su ex jefe Alberto Nisman. El fiscal federal Eduardo Taiano pidió que sea llamado a indagatoria por haber formado parte de un "plan criminal” para matar al fiscal de la UFI AMIA.

Hasta el 20 de enero de 2015, Lagomarsino era un completo desconocido. Trabajaba como informático en la Unidad que se encarga de investigar el atentado ocurrido en 1994 y dependía directamente de Nisman.

El arma

Su realidad cambió cuando en la investigación se supo que el arma que le provocó la muerte a Nisman era suya. El 27 de enero sorprendió al nombrar como abogado a Maximiliano Rusconi (que hoy está representando a Julio de Vido). "No estoy bien” declaró al día siguiente en una conferencia de prensa dentro del estudio de Rusconi.

 

Enfrentamiento con Arroyo Salgado

Único imputado al principio de la causa, la jueza Sandra Arroyo Salgado (ex pareja de Nisman) fue bastante crítica con el informático. Lagomarsino la acusó de estar ocultando algo en marzo de 2015. Quince días después, ella se sentó en el programa de Mirtha Legrand: habló de la cuenta que Nisman y Lagomarsino compartían (causa judicial que no se terminó de aclarar) y hasta lloró.

Con Mirtha Legrand

Aconsejado por Rusconi, Lagomarsino fue selectivamente a ciertos medios mientras la fiscal Viviana Fein estaba a cargo de la investigación. Estuvo con Mirtha Legrand cuando la familia de Nisman reclamaba que la causa pase a federal

 

Sin abogado

A comienzos de 2016, Rusconi dejó de ser su abogado. El 29 de febrero, Antonio Stiuso declaró ante la jueza Fabiana Palmaghini y aseguró que a Nisman lo mataron. Esa declaración fue clave para que la causa pasara a la justicia federal, decisión que la Corte Suprema ratificó seis meses después. Con este panorama, Lagomarsino hizo un raid periodístico por todos los medios de comunicación disponibles.

 

La hipótesis del homicidio

Durante los casi tres años que lleva la investigación, la defensa de Lagomarsino sostuvo que Nisman se suicidó, de acuerdo al examen realizado por el Cuerpo Médico Forense. Un estudio de Gendarmería, ordenado por el nuevo juez de la causa, es que el sostiene la hipótesis del homicidio y que complica al empleado por haberle entregado el arma.