El vicepresidente segundo de River Plate, Guillermo Cascio, falleció en la mañana del sábado, luego de luchar arduamente contra una enfermedad terminal. El dirigente había avanzado en la escala jerárquica tras la reelección obtenida por Rodolfo D'Onofrio en diciembre pasado, momento en el que fue promovido de su rango de Secretario al tercer cargo en importancia del club, que hasta entonces ocupaba Matías Patanian.

Quien fuera uno de los hombres de mayor confianza del mandamás millonario, en el último tiempo se había abocado plenamente al tratamiento de su enfermedad en la ciudad de Barcelona, motivo por el que se mantuvo alejado de las decisiones políticas y deportivas de la institución.

Siempre vinculado a los negocios, apenas culminó sus estudios en la Universidad de Buenos Aires comenzó a trabajar en la multinacional IBM, empresa en la que permaneció durante 30 años -hasta 2011- y en la que alcanzó la Presidencia. Fue muy cuestionado por su desempeño en la década del '90, en paralelo a una coyuntura económica y social que tercerizó el trabajo.

Tras abandonar la compañía tecnológica, arribó al Instituto de Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), entidad que presidió durante un año, para luego mutar al cargo de Tesorero. Al mismo tiempo, desembarcó en el Banco Ciudad, donde se desenvolvió como Gerente General. 

Ligado a la docencia durante ocho años, se convirtió en Miembro del Consejo Asesor en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y en Director Académico la Universidad Torcuato Di Tella, cargos que preservó hasta los comienzos del tratamiento contra su afección.

Personalidad respetada en el ecosistema riverplatense y consejero en materia económica, el directivo había retornado al país hace dos semanas y permanecía internado en Fundaleu, entidad en la que se desempeñó hasta el 2015 como Miembro del Consejo Directivo. Una pérdida sensible para River a pocas horas de disputar un nuevo Superclásico del fútbol argentino.