Lionel Messi no era un especialista en los tiros libres. Incluso, no era el encargado de tomar la pelota desde afuera del área cuando la diez la llevaba Ronaldinho en el Barcelona. Y lo que en sus primeros años parecía uno de sus grandes déficits terminó convirtiéndose en una de sus mejores pinceladas.

Además de apilar rivales con la pelota al pie y dejar sin voz a los catalanes cada fin de semana, ahora La Pulga también brilla con sus goles de tiro libre. El rosarino acumula 12 temporadas consecutivas marcando al menos una vez por esa vía, con 53 conquistas. Es el segundo jugador en activo con más tantos de tiro libre, solo superado por los 56 de Cristiano Ronaldo.

Sin embargo, los tiros libres fueron una verdadera pesadilla en sus inicios. En sus primeras cuatro temporadas como profesional no pudo marcar. Hubo un antes y un después en la carrera del rosarino y sus remates desde afuera del área, producto de la mano de Diego Armando Maradona.

"Escuchame, papi, no le saqués el pie tan rápido, sino ella (la pelota) no sabe lo que vos querés". La frase de Diego le quedó grabada a flor de piel al capitán del conjunto albiceleste. Fue en 2008, al comienzo del ciclo del Pelusa en el combinado nacional, y ese instante se convirtió en una clase magistral para el futuro de su carrera. Un secreto que quedaría para siempre en la prodigiosa zurda de Lionel.

Hasta ese momento, Messi registraba tan solo un gol de tiro libre: el 6 a 1 ante Atlético Madrid bajo las órdenes de Pep Guardiola, en octubre del 2008. La clave de Maradona se convirtió en un exitoso recurso que convirtió a Messi en uno de los mejores pateadores del mundo.

Desde allí, detrás de Ronaldinho y Xavi, la responsabilidad en el conjunto culé comenzó a ser toda suya. Y lo mismo ocurrió en el conjunto nacional, después de las figuras de Juan Sebastián Verón y Román Riquelme, dos intérpretes perfectos.

12 años después del consejo maradoniano, Messi sumó 47 tantos en el Barcelona y seis en la Selección. Lo que en algún momento parecía un problema hoy se convirtió en una de sus máximas virtudes. No por nada es el máximo goleador en la historia de la entidad azulgrana.