El auditorio del Centro Cultural Kirchner estalló en aplausos. Hablaba Mario Negri, presidente del interbloque Cambiemos en la Cámara de Diputados y, hoy, el radical con mayor ascenso en la consideración del presidente Mauricio Macri.

Enfático, el diputado por Córdoba dijo esta mañana en la reunión de Gabinete ampliado que es momento de "no dar pasos atrás" y que quienes lo proponen "están equivocados". Para Negri, la salida a la crisis es política y la continuidad de Cambiemos en el Gobierno depende de triunfar en ese campo. 

Uno de los presentes señaló a El Canciller que fue "un discurso muy político" y que habló del "futuro de Cambiemos". "Es el único que puso a la política sobre todo lo demás en un momento en que es necesaria para mantener el espíritu vivo", destacó otro de los asistentes.

No por nada el radical fue uno de los voceros del oficialismo en la conferencia de prensa posterior, de la que también participó su correligionario Luis Naidenoff y la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, otra de las encargadas de mantener la paz general, hacia adentro y hacia afuera.

En la conferencia, Negri se alejó del libreto de Marcos Peña y se plegó al mensaje los que reconocen las dificultades que atraviesa el país . "¿Si estamos en crisis? Obviamente que hay dolor y hay esfuerzo", admitió, pero aclaró que el estado debe procurar que el ajuste "sea lo más equitativo posible" para reducir el impacto en las clases populares.

Negri no solo es respetado dentro del radicalismo sino que es uno de los dirigentes de ese espacio con mejor relación con la Coalición Cívica y el PRO. Elisa Carrió lo define como su "único jefe" y en el ala política Cambiemos valoran su esfuerzo por buscarle una solución a los problemas con esa perspectiva. "Sedujo a todos, no solo a los más 'políticos'. A los pibes que son funcionarios y no ven eso también les encantó", señalaron desde el entorno de Carrió.

Los encendidos discursos del cordobés en el Congreso, que tienen casi siempre al kirchnerismo como principal blanco, llamaron desde el comienzo la atenciòn de Macri. Con la disolución paulatina de la figura de Nicolás Massot, en especial después de la sesión por el aborto legal, Negri se convirtió en la espada más filosa de Cambiemos y hasta tiene fans en las redes sociales.

A pesar de la estima por el radical, el presidente no fue tan generoso con su partido al cerrar la reunión: "Sin Cambiemos en el Gobierno, esta tormenta hubiese terminado como el 2001", dijo. Ese año, Negri tuvo la difícil tarea de defender la gestión de Fernando De la Rúa en Diputados: era secretario general del bloque de la UCR.