Aquellas vacaciones sorpresivas por Europa que le significaron un papelón al bloque oficialista de la Cámara Alta, también obligaron a Esteban Bullrich a ser la voz de mando de Cambiemos en esta sesión que, finalmente, sí trató efectivamente los allanamientos a Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la investigación por los cuadernos de Centeno.

Desde que ocupa la banca que ganó en las ya lejanas legislativas del pasado octubre, el ex ministro de Educación porteño invocó varios discursos polémicos que le valieron un centenar de críticas y burlas. Esta vez, llevó al Senado la "Doctrina Flan" y el resultado, como era de esperarse, no fue positivo.

Con algunos errores en la interpretación de aquella forzada e inverosímil analogía, Bullrich se sumó a la tendencia que inició el comediante Alfredo Casero y señaló al flan como la moneda de cambio y placebo popular utilizado por el kirchnerismo para vaciar las arcas del Estado.