A menos de un día para que Cristina Fernández de Kirchner, la máxima referente opositora y líder de Unidad Ciudadana, regrese a Comodoro Py para enfrentar (en silencio, pero con un escrito) a Claudio Bonadio por la causa de los Cuadernos de las Coimas, Agustín Rossi confirmó lo que muchos ya predecían: su candidatura a Presidente en las próximas elecciones de 2019.

Al igual que el diputado del FPV por la Capital Federal, Miguel Ángel Pichetto había anunciado el jueves por la noche su lanzamiento como candidato presidencial, en un acto que tuvo a Cristina como un mal no necesario, a Mauricio Macri como el principal enemigo y, sorprendentemente, a Eduardo Duhalde como un receptor de varios elogios.

Rossi y Pichetto son conscientes de sus limitaciones electorales y la cruda dependencia de acuerdos peronistas para alcanzar -o al menos mirar de cerca- el Sillón de Rivadavia.

Amigos de la vieja política, frontales y dignos poseedores de una buena oratoria, tanto Rossi como Pichetto son también conscientes de sus limitaciones electorales y la cruda necesidad de depender de acuerdos partidarios para alcanzar el Sillón de Rivadavia. O al menos mirarlo de cerca. Su débil peso específico a la hora de encarar las urnas obliga a ambos a buscar con cierta resignación la alianza con otros peronistas.

Mientras Bonadio y Stornelli asocian empresarios al club de los arrepentidos con un ritmo tan frenético como temeroso, los prematuros candidatos se ven golpeados por una causa que se carga a todos los protagonistas de la patria contratista (ex funcionarios y CEO’s) y los gobiernos kirchneristas, con el único objetivo de arrinconar a la ex mandataria, de quien uno fue ministro de Defensa y es amigo, y el otro posee las -cada vez más- pesadas llaves de su desafuero y, por consiguiente, de su celda.

Mientras Bonadio y Stornelli siguen asociando empresarios al club de los arrepentidos, los prematuros candidatos se ven golpeados por una causa que se carga a todos los protagonistas de la patria contratista y los gobiernos kirchneristas.

A la espera de las decisiones (y los acuerdos) de contendientes de mayor peso para el trinomio Macri-Vidal-Larreta, como Sergio Massa o Juan Manuel Urtubey, la comisión electoral ya cuenta con dos candidatos a Presidente.

Incluso, Rossi y Pichetto bien podrían ser rivales en unas potenciales PASO de los antes mencionados y, por qué no, de la mismísima CFK, en caso de que las encuestas se tiñan de amarillo, se cumplan las predicciones optimistas de la Casa Rosada y, de una vez por todas, triunfe un plan del FMI.