Todos los empresarios que pasaron hoy por el juzgado de Claudio Bonadio y confesaron haber pagado coimas a funcionarios kirchneristas quedaron en libertad. El único que no lo hizo, porque se negó a declarar, quedó detenido.

Ángelo Calcaterra, Javier Sánchez Caballero, Juan Carlos de Goycoechea, Raimundo Peduto, Alejandro Pedro Ivanissevich y Manuel Santos Uribelarrea declararon hoy y todos quedaron en libertad tras reconocer el pago de sobornos, pero alegando que fue una "extorsión" de los funcionarios y que el dinero estaba destinado a campañas electorales del kirchnerismo (aunque muchos de esos pagos fueron, según los cuadernos de Oscar Centeno, en años no electorales).

Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri, no figuraba en la causa hasta que decidió presentarse hoy en los tribunales de Comodoro Py, tras hablarlo antes con el mandatario. "Yo le daba la plata a Sánchez Caballero, él pagaba por orden mía", reveló ante el juez, según Infobae.

A diferencia de Sánchez Caballero y de Goycoechea, que quedaron en libertad pero podrían ser detenidos más adelante, el primo de Macri consiguió una eximición de prisión, una "garantía" de que no se librará contra él una orden de detención al menos hasta el juicio.

Hoy circuló una captura de pantalla de un acto de Cristina Kirchner en la que se ve al extitular de IECSA sentado en primera fila junto al entonces jefe de gabinete, Juan Manuel Abal Medina (que también deberá declarar en la causa) y a metros de Néstor Kirchner. Fue en agosto de 2010, durante la presentación del informe "Papel Prensa: la verdad", en Casa Rosada.

El único empresario que no admitió haber pagado coimas a exfuncionarios, porque se negó a declarar, fue el empresario Rodolfo Poblete. Quedó detenido. Lo mismo ocurrió con el exdirectivo de Techint, Héctor Alberto Zabaleta, mano derecha de Paolo Rocca, que todavía no declaró.