El juez Claudio Bonadio, que es más macrista que endeudarse a 100 años, ordenó las detenciones de empresarios y ex funcionarios de la gestión kirchnerista en el marco de la investigación por coimas millonarias. La ex presidenta fue citada a indagatoria. Nuevamente el Poder Judicial amolda sus tiempos a la política y Mauricio Macri quiere tomar aire.

Desde esta misma columna semanas atrás se señaló la búsqueda del oficialismo de subir –sin éxito hasta ahora– a Cristina Fernández de Kirchner al centro de la escena respondiendo a la estrategia polarizadora de Cambiemos. El silencio estratégico autoimpuesto por la senadora nacional dio resultados. Según diversas encuestas, algunas cercanas al oficialismo, mientras la imagen de Macri se desploma, la de ella sube.

En este marco, CFK estaba lista para reaparecer el viernes 3 de agosto en un acto organizado por SMATA. Seguido a esto, el 8 de agosto tendrá la posibilidad de exponer ante el Senado en el marco de la votación del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo que ya cuenta con media sanción de Diputados. Las dos apariciones iban a marcar el regreso de la ex Presidenta en un terreno en el cual se siente cómoda.

Tras un silencio estratégico autoimpuesto, CFK estaba lista para reaparecer. Pero Comodoro Py y la embajada del sheriff Bonadio irrumpieron a pedir de la estrategia oficial.

No obstante, Comodoro Py y la embajada del sheriff Bonadio nunca te dejan a gamba e irrumpen a pedir de la estrategia oficial y en contra de CFK. A partir de la decisión de Bonadio, el discurso del viernes de la senadora cobra otro sentido porque, si bien posiblemente ataque fuertemente a la gestión macrista, no estará ausente la cuestión judicial.

Casualmente, no es la primera vez que un fallo de la justicia se amolda a los tiempos de la política: el pedido de desafuero de Julio de Vido luego del anuncio del presidente de impulsar diversas reformas para ajustar las cuentas del Estado, la madrugadora detención de Amado Boudou y la reforma tributaria, el festival de preventivas por el memorándum con Irán en línea con el descontrol de la inflación y la aprobación de la reforma previsional y el arresto de Cristóbal López. Muchas coincidencias.

Ahora, en el nuevo peor momento del gobierno, asediado por la tormenta y las malas noticias, sin control de la agenda y con la vuelta de CFK en un terreno favorable, las buenas noticias llegan desde Comodoro Py. La espectacularidad de la investigación irrumpe con fuerza y le da aire a un oficialismo que necesita mantener el tema en los medios el mayor tiempo posible.

Comodoro Py, la embajada del Gobierno a cargo de Bonadio

Sin embargo, todo ataque tiene su contraataque y estará en el centro de la cuestión cómo el kirchnerismo utilizará la situación para usarla a su favor. Subir al ring a la ex presidenta también tiene sus costos –aunque sea en el terreno que mejor se mueve el oficialismo– porque ponerla en el centro de la escena es un arma de doble filo si ella logra aprovechar bien la oportunidad para denunciar la persecución judicial en el marco de un ajuste brutal y cuando la economía no da señales de recuperación.

Parafraseando a un ex presidente mexicano: Macri y Bonadio han soltado el tigre, ahora hay que ver si pueden controlarlo.