Luego de que terminaran las exposiciones por el debate del aborto legal, seguro y gratuito, en el Senado avanza una propuesta de un sector que apoya la legalización pero con tres cambios claves en relación a médicos y clínicas. Lo que empezó como una amenaza para dilatar los tiempos se convirtió en la carta de negociación para que se apruebe en el Senado.

La “opción Córdoba” está impulsada por los senadores Laura Rodríguez Machado y Ernesto Martínez (ambos de Cambiemos) y Carlos Caserio (PJ). Tal como adelantó El Canciller el mes pasado, uno de los ejes es ampliar la objeción de conciencia institucional que plantea el proyecto que aprobó Diputados a una institucional. Este es uno de los reclamos que clínicas y sanatorios hicieron circular en junio.

Otro de los artículos que pretenden modificar es la responsabilidad de los establecimientos en caso de que deriven a la mujer a otro lugar para que pueda realizarse un aborto. Según el proyecto, si por algún motivo el centro médico no puede realizar la intervención, deberá garantizar que la interrupción sea hecha en otro lugar. El otro punto que consideran conflictivo es la inhabilitación para ejercer que prevé la ley para aquellos médicos que dilaten, obstaculicen o se nieguen a practicar un aborto.

Otro punto que consideran conflictivo es la inhabilitación para ejercer que prevé la ley para aquellos médicos que dilaten, obstaculicen o se nieguen a practicar un aborto.

A su vez, uno de los ejes que proponen modificar es el plazo máximo para acceder a un aborto legal. La "opción Córdoba" propone hasta 12 semanas de gestación, a diferencia del proyecto original, que lo extendía hasta las 14.

Los números, por ahora, dan una leve ventaja a la postura en contra del aborto legal (entre 31 y 34 senadores) y unos 27 a favor. El resto aún está indeciso. El dictamen que presentarían los cordobeses el 1º de agosto apunta tanto a estos últimos como a los que votarán en contra por no estar de acuerdo con algunos aspectos de la ley.

En caso de que se apruebe con modificaciones, el proyecto volverá a Diputados para su aprobación. Si los legisladores quieren mantener el original, tendrán que aprobarlo con la misma proporción que en Senado. Es decir que, si los senadores aprueban por mayoría simple, eso mismo requerirán los y las diputados.

En caso de que se apruebe con modificaciones, el proyecto volverá a Diputados para su aprobación.

Por otro lado, los que se oponen férreamente a la legalización también comenzaron con el bosquejo de su dictamen. La idea gira en torno a la despenalización, es decir, sacar el aborto del Código Penal. Esta situación generaría en la práctica que el Estado no se encargue del acceso al aborto y que, por lo tanto, no garantice que se realice gratis.

En las últimas semanas, varios expositores que ya habían pasado por el Congreso hablaron ante los representates de la Cámara Alta. Como parte del compromiso adoptado por todos y todas, se decidió acortar la lista de oradores para llegar con los tiempos a la sesión y dictamen y al 8 de agosto, día que todo el Senado debatirá la cuestión. Faltan cinco días para el dictamen y el sector que apoya la legalización no llega con los números, asoma esta vía alternativa que podría contar con el visto bueno de los senadores necesarios para conseguir luz verde en la Cámara Alta.