Elisa Carrió hizo caso omiso al intento de Mauricio Macri de calmar las aguas entre ella y el radicalismo. En Córdoba, la líder de la Coalición Cívica volvió a criticar a los dirigentes de la UCR al afirmar que "les encanta cenar con Macri y sacarse fotos" y ahora también sumó a los gobernadores del PJ, a quienes acusó de haberse callado durante el kirchnerismo.

 "A los radicales les encanta cenar con Macri y sacarse fotos; algunos que nunca supieron lo que es ser radical ahora se enojan conmigo", insistió Carrió al hablar en la Sociedad Rural de Jesús María sobre el encuentro que el presidente tuvo anoche en Olivos con Alfredo Cornejo, Gerardo Morales, Gustavo Valdés, Ángel Rozas y Mario Negri.

La diputada también aprovechó para apuntar contra la liga de gobernadores peronistas, que fueron uno de los temas de conversación durante la cena en la quinta presidencial. "¿Por qué nadie fue tan 'machito' para ir a reclamarle a Cristina, que le robaba todos los días la coparticipación?", se preguntó, y sentenció: "Lamento que no le hayan pedido nunca lo que le piden hoy al Gobierno nacional".

Lilita mencionó en particular al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que ayer reclamó mayor "equidad" en la distribución de recursos, de cara a la negociación por el Presupuesto 2019. "Tiene que apoyar porque si no, no tiene obras", amenazó, y aclaró que, en última instancia, Macri podría prorrogar el presupuesto de este año.

"Podemos seguir trabajando con el presupuesto del año anterior", afirmó, pero advirtió que "si Córdoba quiere hacer una obra que no está presupuestada y quiere que la haga la Nación, tiene que estar en el presupuesto". "A Schiaretti no es que no lo quiero, pero si no aprueban el presupuesto, sigue el del año anterior y seguirán las obras plurianuales, las rutas y los mismos gastos", agregó.