Hemos visto colas para ver una banda, para comprar entradas de fútbol e incluso el último Iphone, pero dormir en la calle para adquirir un par de zapatillas es bastante más reciente y es un fenómeno que encarnan los llamados "sneakerheads", la tribu urbana que endiosa el calzado deportivo y hace una religión de su uso y colección. 

Dormir en la calle por unas zapatillas

Sneakehead. Fuente Heabbi.

El año pasado, cuando se lanzaron las Adidas Yeezy Boost 350 diseñadas por Kanye West, los jóvenes de Barcelona hicieron hasta cuatro cuadras de cola. Se organizaron con mesas, sillas y carpas de camping, comida y juegos de mesa, además de sus teléfonos celulares para matar el tiempo. Lo mismo ocurrió este año con las Nike Vapormax en colaboración con Virgil Abloh, director creativo de Off-White y, ahora también, de Louis Vuitton.

Los comportamientos identitarios de esta tribu comprenden redes sociales propias, en donde comparten y comercializan modelos, y el exhibicionismo de sus adquisiciones a través de las redes, que funcionan a modo de trofeos de guerra. Este comportamiento forma parte de la espectacularización del consumo, cuanto más exclusivo mejor, que llevan adelante los más jóvenes gracias a internet y su posibilidad de representación global.

Dormir en la calle por unas zapatillas

Nike Vapormaz x Off White Fuente The Sole.

De más está decir que las marcas utilizan esta ansiedad en su favor, lanzando cada vez más pre-ventas exclusivas y mitificando el consumo del calzado deportivo.

Los fanáticos de las zapatillas tienen incluso un evento, llamado Dashape, en el que se reúnen una vez al año para traspasar las barreras de lo virtual y conocerse personalmente. El factor aglutinador: su amor obsesivo por las zapatillas. 

¿Qué curioso fenómeno impulsa a la juventud a configurar su identidad en relación a un patrón de consumo? Según declaró recientemente la estilista de la marca Vetements, Lotta Volkova, “los adolescentes de hoy en día no conocen el concepto de subcultura, son cosa del pasado. Las subculturas giraban en torno a la música, mientras que el streetwear es el arte de tener un look impecable, de adoptar un aire de arrogante indiferencia, sin que se note que te pasaste seis horas buscando el lugar ideal para sacarte una foto”. 

Dormir en la calle por unas zapatillas

Haciendo cola para comprar las Yeezy, Barcelona 2017 Fuente Vice.

Las zapatillas interpelan a la juventud porque son el elemento crucial de la estética “streetwear”, la que toma inspiración de la calle, de internet y de la música para representar a los millenials y a los de la Generación Z. 

Claramente, su uso no tiene que ver con su funcionalidad deportiva, sino que simboliza la pertenencia a una generación. Otra de las curiosidades es cierto sentido democrático, ya que las zapatillas no son bienes de consumo costosos en relación a otros, pero sí tienen una importancia simbólica muy fuerte en todas las clases sociales. 

Dormir en la calle por unas zapatillas

Fuente SneakersCollector.

De ahí podemos comprender el problema de la “cola para comprar un par de zapatillas”, que podría ser evitado por las marcas tomando la decisión de aumentar la producción, algo que evidentemente no hacen por un motivo que salta a la vista: la generación de deseo a partir de la idea de exclusividad. 

Dormir en la calle por unas zapatillas

Fuente Momondo.

El mundo actual genera más interés en formatear un “yo virtual”, mucho más que en mostrar los verdaderos intereses, pero a los jóvenes no les resulta conflictivo. Han creado algo propio que define su lugar en este momento y en este lugar de la historia. 

Dormir en la calle por unas zapatillas

Fuente Beaumont Enterprise.