La semifinal entre Inglaterra y Croacia se vivirá intensamente en Londres esta tarde, cuando el equipo de Harry Kane y compañía pelee su puesto en la final de Rusia 2018. Es la tercera vez en la historia que la selección del Reino Unido llega a esta etapa en un mundial, habiendo sólo ganado la Copa del Mundo en 1966.

Sin embargo, no solo de emoción tratan los festejos. La clasificación ha sido también un boom económico en Londres. La alegría, las cábalas y la música crearon un combo muy efectivo para el incremento de ventas tanto en bebidas alcohólicas, ropa y música.

Cervezas, los chalecos de Southgate y una canción: el Mundial, la clave del éxito comercial en Inglaterra

La alegría debe ser compartida y en Inglaterra es una tradición disfrutar de los partidos en los bares. Los pubs se convirtieron en un ícono del mundial y las cervezas una clave para calmar la ansiedad.

La British Beer and Pub Association (BBPA) informó que esperan vender 10 millones más de pintas esta noche durante el partido. Y esta cifra se suma a las 30 millones ya vendidas durante la participación en el mundial.

El éxito de los bares era quizás esperable, pero otro rubro fue sorprendido por un incremento en sus compras. Una cábala terminó siendo la responsable y todo se debe a la elegancia de Gareth Southgate. El DT de la selección vistió un chaleco formal a los partidos que se convirtió en tradición y, según los cabuleros, un talismán de la suerte.

Cervezas, los chalecos de Southgate y una canción: el Mundial, la clave del éxito comercial en Inglaterra

Tal fue el furor que se agotó el stock en la web de la marca Marks & Spencer. La prenda, que cuesta 80 dólares -lo mismo que la camiseta oficial-, se vendió 35% más desde el éxito futbolístico. Incluso, una ONG dedicada a la investigación del cáncer, realizó una campaña en la que un porcentaje de las ventas es donado a su causa, siempre y cuando, los compradores lo usen este miércoles. Así la prensa inglesa decidió llamar a este día el "miércoles de chalecos” como apoyo a la selección de Southgate.    

El tercer ítem que revolucionó el comercio fue la canción que se convirtió en el emblema del Mundial. Para Inglaterra, el hit es la frase "It’s coming home” (Está viniendo a casa), en referencia a la copa. El lema salió del tema que compusieron Baddiel, Skinner y Lightning Seeds para la Eurocopa ‘96, que se jugó en las islas y en la que también llegaron a semifinales, cayendo en los penales ante Alemania.

La emoción hizo revivir el cántico que se canta en todos los pubs y con una pinta en mano, tanto en Londres como en todo el mundo.

Cervezas, los chalecos de Southgate y una canción: el Mundial, la clave del éxito comercial en Inglaterra