Nanette de Hannah Gadsby: cuando la risa no es la cura

Nanette es un especial de comedia protagonizado por Hannah Gadsby, a la que algunos recordamos por la mejor serie del mundo, Please Like Me, y funciona tan bien que me atrevo a decir que es una genialidad. Tanto en su enfoque completamente diferente a lo que suele mostrar el stand up, como también en su reestructuración y redefinición de lo que puede ser la comedia.

Lo más radical que hace Hannah Gadsby en Nanette es simple: deja de ser graciosa. Si bien durante la primera mitad del show sus chistes son más bien tradicionales, están mezclados con algo más oscuro. Por ejemplo, hay una anécdota sobre un tipo que amenazó con golpearla en la parada de un colectivo porque la vio hablando con su novia, antes de darse cuenta que era una mujer y disculparse con un "no golpeo a las mujeres, creí que eras un puto maricón", a lo que Gadsby remata con un simple "qué gran chico".

Lo más radical que hace Gadsby es dejar de ser graciosa. Si bien sus chistes son más bien tradicionales, siempre están mezclados con algo más oscuro.

Sin embargo, promediando la mitad del especial ella se detiene. Y de alguna forma "deconstruye" todos los chistes que relató en la primera mitad, dejándolos sin gracia. Después de todo, ¿cómo podes reírte cuando ella revela que el tipo de la parada de colectivo, cuando se dió cuenta que era lesbiana, volvió y la golpeó salvajemente hasta dejarla inconsciente? ¿O que nunca pudo reportar el incidente a la policía porque hasta 1997, en Tasmania (su país de origen), ser homosexual era considerado un delito?

Gadsby explica que sus 10 años de carrera se basan en el autodesprecio y que llegó a su límite. "¿Entendés lo que significa el autodesprecio cuando proviene de alguien que ya existe en los márgenes?", dice ella. "No es humildad. Es humillación. Siempre pedí permiso para hablar y simplemente ya no voy a volver a hacer eso".

Nanette de Hannah Gadsby: cuando la risa no es la cura

Como género, la comedia está acostumbrada a las crisis, a los gritos públicos de ayuda. Pero Nanette es diferente. Aquí se combina el stand-up y la narración de historias de una manera que lo convierte en uno de los especiales de comedia más impresionante de los últimos años. Muchas comediantes como ella toman su trauma y lo alimentan con humor (Tig Notaro es un gran ejemplo de esto), pero Gadsby utiliza la comedia para mejorar las cosas. Para contar su historia.

Ella cuenta el daño que sufrió en más de una oportunidad. Ella es dueña de su enojo y lo expresa. Pero ella también es dueña de su poder. "Mi historia tiene valor, no permitiré que mi historia sea destruida" dice en más de una oportunidad. "Si hubiese escuchado una historia como la mía, me hubiese sentido menos sola. "La risa", dice ella, "no es nuestra medicina, son las historias las que contienen nuestra cura".

Gadsby cuenta el daño que sufrió en más de una oportunidad. Ella es dueña de su enojo y lo expresa. Pero ella también es dueña de su poder.

Nanette es el tipo de experiencia que te deja conmocionado. Logra encontrar una comunión única entre un especial divertido y una historia totalmente desgarradora.  No es coincidencia que ella use su título de historia del arte para hacer comparaciones, dado que algunas de las obras de arte más bellas e innovadoras siempre se destaquen por la comunión de luz y oscuridad.

En este momento, donde una marca banaliza el día internacional del orgullo LGTB, vendiendo heterosexualidad como parte de la diversidad, Nanette muestra cuán lleno de poder y potencial puede tener contar una historia real.