Para el analista del diario La Nación, Joaquín Morales Solá, el gobierno de Cambiemos no tenía muchas alternativas después de la corrida que lo dejó al borde del precipicio. Iba al FMI o tenía los minutos contados en el sillón de Rivadavia. "La opción era difícil, pero no complicada: venían recursos del Fondo o Macri debería olvidarse de cualquier proyecto reeleccionista por la dimensión del ajuste que tendría que hacer".

Joaquín plantea que, gracias a la inyección de dólares, Macri abultó la billetera y así logará continuar, aunque un poco más fino, con la creación que parió la factoría de Cambiemos: el gradualismo

El analista cuenta que las tijeras afiladas del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no cortarán en la ayuda social que nació con el kirchnerismo y que se hicieron bandera en el macrismo como muestra de que no son el gobierno que sólo beneficia a los de arriba. Entonces, ¿dónde podará? "El compromiso del Gobierno es que no meterá manos en las partidas previsionales, difíciles de cambiar porque las respalda una ley del Congreso. Ni en la Asignación Universal por Hijo. En síntesis, el gasto social es un rubro intocable", aseguró.

“Al mismo tiempo, una prueba de que el Fondo cambió es la partida adicional de $40.000 millones de la que el Gobierno podrá disponer, si fuera necesario, para la Asignación Universal por Hijo. Un 50% más de lo que ya está previsto”.

Pero señaló que “el mayor ahorro estará en las obras públicas, que fueron la gran promesa de Macri desde que era candidato” y que “se reducirán las transferencias a las provincias para obras. Es lo que se viene haciendo, silenciosamente.” Futuro conflicto con la liga de gobernadores que no quiere perder poder dentro de sus fronteras pero que ven con bueno ojos transformarse en dadores de “gobernabilidad” porque toda pérdida de Cambiemos frente al ajuste, piensan, será ganancia de ellos en el horizonte cercano del 2019. 


“Si se pudiera resumir en una frase el nuevo programa económico sería así: más dureza en lo fiscal, más blandura en lo monetario. Metas de inflación más reales (¿dónde está la inverosímil inflación del 12 por ciento anual prevista por el presupuesto de este año?) comprometerán menos al Banco Central y su inviable política de altas tasas”.

La pulseada económica tuvo un claro perdedor después de la corrida: Sturzenegger y sus altas tasas interés. El Fondo, dentro del acuerdo, especificó que quiere desinflar la jugada financiera del Central para lograr desactivar con premura la bola de nieve de las Lebac.

"La administración supone que dentro de un mes la autoridad monetaria comenzará a bajar las tasas de interés. Dos meses sin crecimiento, auguran, aunque suponen que luego, cuando tasas e inflación comiencen a normalizarse, la economía volverá a crecer". Joaquín, con optimismo, describe que las recetas del Fondo ante este viejo conocido paciente darán frutos positivos para el país. La historia muestra lo contrario, pero el Círculo Rojo lo siente como un triunfo y lo vive eufórico.

Ajuste, gobernabilidad y 2019: advierte Joaquín la doble cara de la Liga de los Gobernadores