El déficit fiscal es el principal problema para Cambiemos. A ese enemigo que hace "más de 70 años" no pueden bajar es al que le apuntan desde la Casa Rosada para poder controlar otros conflictos de la economía y poder acceder al crédito previsional del Fondo Monetario Internacional. Por ello es que María Eugenia Vidal tomó la iniciativa y dió el puntapié inicial del ajuste y la austeridad.

La gobernadora de Buenos Aires, la punta de la lanza de un Gobierno que quiere cortar con la costumbre de gastar más de lo que se tiene, es la primera en intentar controlar el enorme gasto público de la Provincia al ofrecer retiros voluntarios a empleados municipales.

Vidal ofrece retiros voluntarios a aquellos empleados municipales de planta permanente para reducir el gasto público.

En un decreto firmado el jueves por la tarde, le ofreció a aquellos agentes públicos (con excepción de policías y empleados del servicio penitenciario) enmarcados dentro del sistema de planta permanente un retiro voluntario acorde a los términos que fija la ley con un pago indemnizatorio en cuotas, con el fin de "reordenar y cuantificar los Recursos Humanos existentes en la Administración Pública Provincial".

Además del personal policial y del servicio penitenciario, las restricciones del ofrecimiento también aplican a aquellos que no registren una antigüedad de dos años o más e inferior a los 24 en la administración pública. A su vez, tampoco podrán aplicar quienes le falten menos de cinco años para acceder a su jubilación.

De esta manera, la gobernadora bonaerense se hace cargo del timón y aplica la primera medida en pos de la austeridad necesaria para equilibrar las finanzas: reducir el gasto público recortando aquellos puestos prescindibles para la administración provincial.