En simultáneo al conflicto que envuelve a un PJ intervenido por Luis Barrionuevo y a un peronismo acéfalo que intenta encontrar un líder para resurgir y presentar pelea en las elecciones de 2019, la gastronomía partidaria sufrió un shock con el cambio de mando del bar Perón Perón.

El local ubicado en los límites de Palermo Hollywood, que funcionó durante casi seis años como un referente de la comida autóctona y unidad básica del peronismo, fue arrebatado de las manos de sus dueños en una confusa interna con los originales propietarios.

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Gonzalo Alderete Pagés, chef de Perón Perón y quien potenció su funcionamiento y crecimiento durante años, denunció que no los dejaron entrar, los esperaron con matones, los despidieron a los gritos, cambiaron las cerraduras, se robaron las recetas, se apropiaron de las computadoras. "Se quedaron con el fruto de seis años de trabajo", lamentó.

El acusado de la maniobra es Daniel Narezo Roig, el creador de la idea y primer dueño, quien, ahora, ante la popularidad y buen andar del bar, decidió romper el acuerdo con el chef y director del local, marginarlo y, así, volver a tomar el control de lo que ahora es un próspero negocio.