La fundación Niwok nació hace más de 30 años con el objetivo de transformar una práctica milenaria de la comunidad wichi en un emprendimiento social y en una fuente de ingresos para las mujeres que la conforman. Radicada en la localidad de El Potrillo, en la provincia de Formosa, el grupo de mujeres que participan de este proyecto hacen artesanías a partir de la técnica de hilado de fibras de chaguar, transformando lo que natura da en bellísimas piezas de moda y decoración.

Mujeres wichi que diseñan moda

Foto de @siwaniorg.

Con el paso del tiempo esa idea primigenia se fortaleció hasta convertirse en una marca, “Siwan’i”, que ha logrado participar en ferias de arte y en desfiles de las capitales de la moda más importantes del mundo, como Milán y Barcelona.

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Foto de @siwaniorg.

El camino que viene recorriendo la organización ha logrado un salto importante: pasar de vender solo en la Feria de Mataderos a tener un espacio de venta en Palermo y participación en la Feria Puro Diseño.

La economía solidaria es una forma de organización que tiene un altísimo impacto en las comunidades que la practican. Un indicador social significativo del trabajo en la región es la reducción de la mortalidad infantil que ha pasado de 131 por 1.000 nacidos vivos en 1985 a 22 por 1.000 en 2010. A esto se suma el hecho de que para las mujeres de la comunidad se ha transformado en la fuente principal de ingresos, permite la transmisión de ese conocimiento a otras culturas y generaciones y eleva su autoestima. 

Mujeres wichi que diseñan moda

Foto de @siwaniorg.

Pero las características más importantes de este emprendimiento no se limitan a la organización social y administrativa que ha logrado este grupo de mujeres gracias a la Fundación, sino que sus alcances abarcan la concientización del consumo responsable, social y sustentable de la moda. Dando a conocer que la obtención de la fibra necesaria para tejer una de sus creaciones puede llevarle a una mujer wichi alrededor de 4 meses, se puede alcanzar una conciencia del valor de un bolso o una alfombra que no tiene una prenda comprada a una empresa multinacional. Y la buena noticia es que los precios son muy accesibles. 

Mujeres wichi que diseñan moda

Foto de @siwaniorg.

“A las niñas wichí les enseñan a hilar el chaguar para realizar las bolsas, a recolectar los frutos del monte, a cómo relacionarse con los varones, etc. Nos enseñan, entonces, a ser mujer, según lo que nuestra cultura piensa que debe ser una mujer.” Con esta oración empieza uno de los textos de Derechos sexuales y reproductivos de las mujeres wichí, un documento producido por la Fundación Gran Chaco y la Fundación Niwok que recoge las experiencias de los talleres en los que, entre 2005 y 2006, se reunieron mujeres de distintas comunidades para socializar experiencias y reflexionar sobre el funcionamiento de sus comunidades.

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Foto de @siwaniorg.

El showroom de Siwani, que en la lengua wichi significa ‘arañita que no para de tejer’, funciona en la calle Austria 1934 los días lunes, miércoles y viernes. Allí podremos encontrar carteras, porta netbooks, caminos de mesa, individuales, almohadones, cestería y muñecas. Esta comunidad, de la que hoy participan cerca de 470 mujeres wichi, tiene el potencial de expandirse para incorporar nuevas trabajadoras. Para lograrlo, podemos colaborar comprando los productos, difundiendo su trabajo y apoyándolas a través de sus redes sociales en @siwaniorg.

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