En una jugada que ya no sorprendió a nadie, Jorge “Pati” Ballestero presentó hoy su renuncia a la Cámara Federal, atada a que consiguió su jubilación. 

La decisión había sido adelantada por El Canciller hace tres semanas y es parte de una jugada fuerte que hizo el oficialismo contra Ballestero y Eduardo Farah, los dos jueces que firmaron el fallo que dejó en libertad a Cristóbal López por algunas semanas. 

La renuncia tiene fecha: 1 de junio. Esa es la fecha que le puso Ballestero al papel donde se despide de su carrera judicial. La última decisión la tiene ahora Mauricio Macri, quién debe aceptarla y publicar la situación en el Boletín Oficial. Aún en el caso de que Macri se demore, Ballestero ya no volverá a Comodoro Py por recomendación médica.

La Cámara quedó ahora (y por un tiempo) con tres miembros: su presidente Martín Irurzun, Leopoldo Bruglia y Farah. Este último tiene un pase aprobado por el Consejo de la Magistratura y se irá de ese lugar apenas se consiga un juez para que ocupe su despacho. 

La cuestión le deja el margen al Gobierno de “copar” la Cámara, un ámbito estratégico por donde pasan todas las causas de corrupción que involucran ex y actuales funcionarios. En las próximas semanas, debería tratarse el pliego de Mariano Llorens, un secretario de carrera judicial que atravesó todas las instancias del concurso por la vacante que dejó en 2007 el poderoso Gabriel Cavallo. Quedan, así, tres puestos a definarse. Ya hubo sondeos al respecto entre jueces de tribunales orales federales. 

El inconveniente es que muchos de ellos tienen juicios complejos por delante y la doble tarea se les haría imposible. La pelota está ahora en manos del oficialismo que, como nunca antes, tiene la posibilidad de hacer valer sus simpatía dentro del principado de Retiro, donde los jueces suelen mirar con recelo a muchos de los "interlocutores" que usa Cambiemos.

La otra variante es que se aprobó en el Congreso una ley que ordena que las subrogancias (suplencias) se definirán por sorteo. ¿Se respetará?

Una jugada del destino

Ballestero se suma a la lista de jueces que logró desplazar Cambiemos. Norberto Oyarbide (renunció y ahora está bajo investigación) y Eduardo Freiler (destituido) fueron los primeros. Una jugada del destino: los cuatro formaron parte de la causa donde Macri tuvo su procesamiento: escuchas ilegales. La historia es conocida. Días después de asumir, fue sobreseído por Sebastián Casanello.