Ángel Sánchez llega puntual a la cita con elCanciller, en un bar del centro porteño. Un conjunto de la Selección Argentina reemplaza a la tradicional camiseta negra que supo usar durante más de 25 años de carrera. 

La vestimenta no es casual ya que el ex árbitro, devenido en docente hace más de 10 años, acaba de tomarle un examen de Historia del Fútbol a Pablo Aimar, como parte del curso que el ex jugador de River hace en la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino. “Por su rol en la Selección Argentina no podía venir otros días, así que hicimos una excepción. Jugadores como Aimar forman parte de la historia del fútbol así que para mí también resultó muy enriquecedor escucharlo mientras exponía el tema”, afirmó.

Si bien se retiró del arbitraje profesional en 2006, el presente de Sánchez lo vuelve a vincular con el mundo del referato: desde hace poco más de un año es el Secretario Técnico de la Dirección Nacional de Arbitrajes de la AFA, que comanda Horacio Elizondo.

Rápidamente, la rabiosa actualidad del fútbol argentino, y del arbitraje en particular, nos obliga a pasar al tema del momento. La actuación de Ariel Penel en la victoria de Independiente sobre Boca dejó muchas polémicas y, paradójicamente, el árbitro fue asignado para dirigir el fin de semana en la B Nacional.

Ángel Sánchez: "Penel estuvo muy bien, por eso queremos que dirija un partido clave de la B"

¿Para vos fue penal? 

- Es imposible determinar lo que pasó en esa jugada. Ni siquiera el VAR lo hubiese podido hacer. Entonces hay que darle la derecha al árbitro. Nadie vio la mano, no hay una imagen que dictamine que fue penal, por ende avalamos su decisión. Hay elementos que pueden ayudar a esa determinación. Por ejemplo, la velocidad que toma el balón. Es muy raro, salvo que sea un arquero con un puñetazo, que tome esa velocidad y altura. Si la pelota es cabeza y mano se hubiese frenado. Son conceptos que un árbitro observa, sin tener la visión clara de una jugada en particular. 

¿Pero entonces por qué Penel dirigirá Quilmes-Boca Unidos el próximo fin de semana?

- Trucco también bajará a la B Nacional. Cuando llegan las instancias finales de la B Nacional pasan estas cosas. Insisto, el informe sobre Penel es muy bueno, dirigió muy bien. También acertó en muchas otras jugadas, no solamente en la polémica de la mano. El torneo de Primera División está más o menos definido: el campeón seguramente sea Boca, aunque en el fútbol nunca se sabe, y los descensos ya están consumados. Esto te permite potenciar árbitros que suelen dirigir en el Nacional B. Es el caso de Dóvalo y Argañaraz. 

Entendés que se generarán muchas suspicacias por esta decisión…

- No es un problema nuestro. Nosotros elegimos y consideramos lo que es adecuado. Sobre todo porque Penel es un árbitro que viene dirigiendo habitualmente y en buen nivel. También sirve para darle lugar a los árbitros que vienen en ascenso y que pueden formar sus primeras experiencias en Primera División.

¿Cuál es el nivel del arbitraje argentino hoy?

- El nivel en general es bueno. Nosotros estamos trabajando hace un año y tres meses. Sabíamos que teníamos un nivel determinado en un grupo de árbitros y el objetivo era que ellos lo mantuvieran y aquellos que venían más complicados en su rendimiento pudiesen mejorar. Creo que en algunos casos lo hemos logrado. No contribuye que los medios agarren hechos puntuales de los partidos para valorar un arbitraje. ¿Qué penal no cobró? Pará, dirigió 89 minutos más. Acá interesan cuatro o cinco partidos nada más. No se puede evaluar el nivel si se tienen en cuenta sólo un puñado de partidos.

¿Cómo es el trabajo que realizan junto a los árbitros?

- Tenemos informes de todos los veedores. No sólo evaluamos decisiones sino rendimientos, es decir los 90 minutos de juego. Todos los lunes trabajamos en campo, hacemos devoluciones con video, para que ellos vean si hubo un error o hubo aciertos. El árbitro se ve y se puede autoevaluar. Queremos que él mismo diga la razón de los aciertos y los errores. Hablamos mucho con los árbitros. Tenemos un ámbito muy lindo, en el cual logramos cierta intimidad con ellos, lo que le pasó, las vivencias, cómo sobrelleva una situación determinada, qué ayuda necesita. Colaboramos con ellos ante el error, queremos que puedan entender que forman parte de este trabajo. Los errores van a aparecer y convivir con eso no es fácil, pero hay que hacerlo. No es sencillo bancarse todo lo que tienen que vivir a través de tanta tecnología y cámaras en el campo de juego.

¿Estás a favor de la utilización del VAR? Ceballos dijo que le hubiese salvado la carrera (ndr: en referencia a los errores que tuvo en la final de la Copa Argentina de 2015).

- Nos hubiera ayudado a todos (risas). El VAR, bien utilizado, va a ser una gran herramienta para el árbitro, aunque tendrán que entender (los asistentes también) que tienen que seguir dirigiendo. No dirige una máquina. De todos modos, consideramos que el mejor árbitro es aquel que menos se equivoca y no necesita tanto al VAR. No queremos que estén tan pendientes de esa ayuda.

Néstor Pitana será nuevamente el representante argentino en Rusia 2018. ¿Estás de acuerdo?

- Fue una decisión de la FIFA, no nuestra. Personalmente, creo que a nivel local lo que necesitamos es más competencia. En cualquier actividad uno necesita tener un objetivo a perseguir. Pasó en Colombia, con Oscar Ruiz que dirigió tres Mundiales seguidos. Eso generó una postergación del arbitraje colombiano. Si no tenés la meta como internacional de disputar un Mundial, desde el punto de vista del desarrollo se genera un problema. Actualmente, necesitamos que haya árbitros que aspiren a dirigir una Copa América, un Mundial. Cuando todo recae en la misma persona los demás no tienen un objetivo por el cual pelear.  

La fecha pasada, Lautaro Acosta declaró, pospartido, que el arbitraje es un desastre. ¿Cómo lo tomaste?

- Me duele, así como me dolía cuando era árbitro. Sé que son declaraciones en caliente, ante un error importante. Lo entiendo pero no lo justifico. El primero que sufre del error es el árbitro. El jugador no entiende que no nos gusta equivocarnos. Es como si cuando un jugador se perdiese un gol abajo del arco el árbitro fuera y le dijese ante las cámaras que es un burro. No me gusta.

Imposible no recordar tu episodio con Jorge Martínez (ndr: Sánchez interrumpió un móvil de la TV y le dijo al jugador que lo habían “desbordado por todos lados”)

- Todo el tiempo me recuerdan ese hecho. Éramos árbitros de otra época, con otras características. Hoy en día sería imposible. Se mediatizó porque no me di cuenta que estaba la cámara. Ese tipo de comentarios los hacía mucho pero era una relación de campo de juego, más cercana con el jugador. Hoy es más complejo por las cámaras. ¡Si hasta te leen los labios! 

¿Qué opinás de los árbitros que confiesan de qué cuadro son hinchas? Tomemos el caso de Pablo Lunatti, por ejemplo.

- Son excepciones, no lo tomo como un hecho habitual. Son cuestiones de personalidad, pero a mí no me parece bien. En un fútbol como el nuestro, que un árbitro haga público de qué cuadro es hincha generaría muchas suspicacias.

¿Qué recordás de tu experiencia mundialista?

- Fue una experiencia única: vivir en un país como Corea durante 30 días, con otra cultura. Además, tuve la suerte de dirigir uno de los mejores partidos de mi carrera (Corea-Portugal) donde tomé decisiones importantes: le anulé un gol a los coreanos, cuando todos decían que los favorecían. También eché jugadores de Portugal, de forma clara. Me quedó la sensación de que podía haber dirigido más. No fue por mi arbitraje, creo que hubieron cuestiones secundarias: no era del gusto que yo fuese el árbitro de la Copa del Mundo, en Sudamérica había otras miradas y no se esperaba de mí una actuación así. Dejaron un árbitro brasileño que no dirigió más partidos. Fue un error de la conducción en ese momento, pero no lo tomo como algo negativo en mi carrera, son las reglas del juego.



Cuestionario Flotante

Una película: -Me gustan las románticas, las comedias. No me gustan las películas de guerra, donde hay muertos. Soy admirador de Meryl Streep. Todo lo que tenga que ver con el amor.

Lo más cómico que te gritaron desde la tribuna: -No hay cosas graciosas. Nos dicen de todo. Yo era muy contestatario, a veces en exceso. Me decían "cornudo, tu mujer está con otro" y yo les respondía que “por lo menos yo no pago, a mí me pagan por venir acá. La tuya está con otro y vos encima pagás la entrada". Era una forma de autodefensa, tampoco es fácil estar todo el tiempo recibiendo insultos. No hay forma de abstraerse de todo eso. Algunos lo ven como un aspecto negativo, pero a veces puede ser positivo. Cuando daba clases en DeporTea, en un teatro, los chicos me aplaudían. Yo los miraba y les decía en chiste que me motivaba más la puteada que el aplauso. El árbitro es un poco como el arquero. Somos muy particulares. A veces el agravio potencia más de lo que la gente cree.

Un momento bueno y uno malo en tu carrera de árbitro: -Uno de los mejores fue el Boca 3-0 River, de la Libertadores. El Mundial, la Copa América en Colombia, la final del Sub 20 en Nigeria. Y el peor fue el penal que le cobré a Ahumada en un River-Olimpo. Todo lo contrario al caso de Penel: fue una mano que no existió y yo cobré. Por suerte, me agarró en la etapa final de mi carrera porque me dolió mucho. El árbitro sufre mucho cuando cobra algo que no existe, más que cuando no cobra algo que sí pasó.

El mejor jugador que viste dentro de una cancha: -Yo dirigí a Maradona, en Newell´s, en Boca. A Pablo Aimar, a Francescoli, Gorosito, al "Negro" Palma. La técnica que tenían era una locura.

¿Podías disfrutarlos dentro de la cancha?: -Sí, yo soy futbolero. Mi pasión es el fútbol, no el arbitraje. El fútbol me llevó a generar una nueva pasión, que es el arbitraje. Me daba el lujo de disfrutar en la cancha a tipos a los que admiraba. Fue muy enriquecedor. Los jugadores más complicados para dirigir.: Ruggeri, Chilavert, el mellizo Barros Schelotto. Eran complicados pero desde el juego. Había mucho que era para las cámaras. Hoy en día, me encuentro con cualquiera y me puedo sentar a tomar un café. De Chilavert, incluso, fui el árbitro de su despedida. 

Un periodista deportivo: -Dante Panzeri, no tenía pelos en la lengua. De los de hoy, el "Colorado" Liberman, me hace acordar un poco. Es un tipo que dice lo que piensa: podés estar de acuerdo o no, pero no se calla nada. Otros son más medidos y cuidan más el vocabulario. También me gustan Juan Pablo Varsky y Quique Wolff.

¿Seguirías los pasos de Baldassi en la política?: -No. Siempre se generó esa expectativa alrededor mío. Pero nunca me lo ofrecieron y tampoco lo aceptaría. No es mi ámbito, no tengo el estómago.

Una puteada favorita: -"Sánchez, compadre, la c… de tu madre"

¡Pero una que no te digan a vos!: -Ahh (risas). No soy puteador. Mi mujer me dice que todas las malas palabras las aprendí con ella. Soy de una generación que fue educada, arbitralmente también, para no decir malas palabras. Uno de los primeros conflictos que tuve con los jugadores fue por la palabra "boludo". Me decían: "Mire que nosotros decimos mucho boludo". Y yo les respondía que si me lo decían a mí los iba a echar.

Una profesión si no hubieses sido árbitro: -Médico. Soy radiólogo, no estoy muy lejos tampoco.

Acompañamiento para el asado: -Vino, tinto. Me gusta el vino suave.

Emoji: -Aprendí últimamente por mis hijos. Ellos mandan esas caritas. A veces busco, pero me cuesta encontrar lo que quiero transmitir, salvo que sea amor. Sí me vienen muy bien los audios.