En el estadio Libertadores de América, por la Fecha 23 de la Superliga, Boca Juniors perdió por 1-0 ante Independiente, sumó su segunda derrota consecutiva y revivió a los fantasmas del 2006 desperdiciando una ventaja abismal.

Más allá de reiterados e inofensivos centros al área de Martín Campaña, el Xeneize no pudo encontrar argumentos futbolísticos para poder igualar el solitario gol de Martín Benítez a los 56'. De esta manera, la conquista de un torneo que parecía liquidado antes del receso de fin de año termina complicándose, incluso pese al -pésimo- esfuerzo de sus perseguidores para incomodarlo.

San Lorenzo y Talleres no dieron la talla cuando tuvieron la oportunidad de acercarse en la tabla al elenco de La Ribera. Ahora es Godoy Cruz el que está a cuatro unidades de la cima, pero con tan solo cuatro partidos por delante.

Y aunque el fantasma de aquel Torneo Apertura de 2006 que les arrebató Estudiantes de La Plata comienza a merodear por La Boca, probablemente los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto alzarán un nuevo torneo local.

Si de argumentos futbolísticos dependiera, los hinchas deberían estar asustados: sobran los motivos para dudar del carácter de este equipo. Sin embargo, con tan solo 12 puntos en disputa y un fixture (en los papeles) accesible, parece muy difícil que se les escape.