La "pesada herencia” no va más.  Cambiemos recibió un espaldarazo a nivel nacional y en el principal bastión de poder: la provincia de Buenos Aires. Con la victoria en los principales distritos electorales del país y por sobre todo, sobre su némesis política, Cristina Kirchner, se abre una nueva etapa en el esquema de poder del Gobierno y se asoman tres cambios claves que habrá que ver cómo se desenvuelven en el Congreso. Una reforma laboral, tributaria y fiscal asoman por el horizonte inmediato.

En Diputados amplió su espectro, aunque en Senadores seguirá siendo minoría. El puntapié inicial será en una reunión con los gobernadores: los recibirá por segunda vez en Olivos. Se hablará de impuestos y del reparto de fondos con un esquema diferente de gobernabilidad. Habrá que ver qué pasa ahí.

El encuentro también tiene como eje "subsanar” las heridas que dejó la campaña y negociar con los gobernadores algunas leyes en el Congreso, especialmente una reforma previsional y una reforma impositiva. A esto se le suma la reforma laboral que el mismo ministro de Trabajo Jorge Triaca, se encargó de aclarar en más de una ocasión que no será "a la brasileña”.

En el último Coloquio de IDEA, hace pocos días, lo que sí quedó explícito fue el pedido unánime de una reforma relacionada a lo laboral. Paolo Rocca, CEO de Techint, y Marcos Galperín, CEO de MercadoLibre, pidieron "cambios”. Galperín fue quién puso en agenda el tema con su famoso tweet: "Viendo la reforma laboral brasilera, Argentina puede: 1) imitarla; 2) salirse del Mercosur; 3) resignarse a perder millones de empleos a Brasil".

Negociar con los gobernadores algunas leyes en el Congreso, especialmente una reforma previsional y una reforma impositiva.

Los acuerdos con los caciques del interior seguirán siendo clave para la Casa Rosada. Eso en Cambiemos lo tiene claro. Los Gobernadores también llevarán su propia agenda. Tema fondos y obras públicas serán las principales demandas. En el horizonte asoma el posible fallo de la Corte a favor de la provincia de Buenos Aires. Una buena noticia para Mariu,

 quién anoche ratificó su liderazgo político que puede solapar el del mismo presidente.

El Gobierno superó dos escollos sorpresivos en el sprint final de la campaña. El factor Carrió incomodó a más de un funcionario de la plana mayor de Cambiemos. Obligó a retrotraer y replegarse en un discurso único, que incluyó el silencio forzado de la chaqueña devenida en porteña. El otro, el caso Maldonado. Haber superado eso, sumado a los contratiempos económicos, inflacionarios, laborales y financieros, es una proeza que cabe destacar del Gobierno. Hoy, a las 8.30, el presidente brindará una conferencia de prensa en Casa Rosada. Allí comenzará una nueva etapa.