Los argentinos irán a votar nuevamente mañana. Con los buenos resultados en las PASO, el Gobierno comenzó una etapa de consolidación electoral. Dos meses de números verdes en el terreno económico y una oposición caminando en el limbo judicial parecían sentenciar lo logrado en agosto. Sin embargo, la muerte de Santiago Maldonado dio lugar a un nuevo clima de incertidumbre.

Ni las encuestadoras más afines al Gobierno de Mauricio Macri pudieron predecir el resultado de las Primarias de agosto. Sobre todo en Provincia de Buenos Aires, el verdadero coliseo de las Elecciones 2017, un empate técnico o derrota mínima encabezado por Esteban Bullrich contra Cristina Kirchner era impensado. 

Viento a favor


Con los resultados como envión y la economía como motor, el oficialismo parecía un auto que va atrás pero avanza mucho más rápido y con varias vueltas para dar. Con la construcción como catalizador, las encuestadoras cambiaron sus predicciones para octubre y le dieron al oficialismo dos, tres o cuatro puntos de ventaja.

Del lado kirchnerista comenzaron a notar el viento en contra. Las innumerables citaciones a Comodoro Py de algunos de los funcionarios más importantes de Cristina, llevados adelante por una Poder Judicial que dejó de lado las prácticas kafkianas para avanzar de verdad, como en el caso del Pata Medina, sólo empeoraban la situación.

Caso Maldonado

Sin embargo, la desaparición hace más de 80 días de Santiago Maldonado fue vista desde un principio como un palo en esa rueda oficialista que no paraba de girar. Esta semana, desde el hallazgo del cadáver hasta la confirmación de la identidad del joven artesano -algo que no fue contemplado por ninguna encuestadora-, el Gobierno volvió a mostrar una cara que desde 2016 no se veía: la del desconcierto.

¿Habrá avanzado lo suficiente el macrismo como para soportar un pequeño freno?