Los problemas en el Paris Saint Germain empezaron antes de que llegue la primavera. El arribo de Neymar por una cifra astronómica y un salario descomunal generó una incomodidad en el plantel que el Director Técnico, Unai Emery, no pudo solucionar. Peor aún, la crisis se agravó y el vestuario se partió.

Contrario a lo que podría suponerse, la fractura del equipo involucra solamente a los futbolistas sudamericanos. Uno de los grupos es integrado por el uruguayo Edinson Cavani y los argentinos Ángel Di María, Javier Pastore y Giovani Lo Celso; mientras en el otro están los brasileños Thiago Silva, Dani Alves y Ney.

El último round comenzó hace una semana con el demorado regreso de Pastore y Cavani de sus vacaciones de navidad, lo que generó malestar en Thiago Silva, capitán del PSG, que decidió exponerlos ante la prensa.

"Hay que pensar antes de hacer cosas así, no es bueno para nadie. Hay una diferencia entre Pastore y Cavani. Creo que Pastore dijo que quería marcharse y al final no llegaron a un acuerdo. Lo de Cavani es distinto", comentó Silva.

Enojado por la exposición, Pastore no se quedó callado y devolvió el golpe desde las redes sociales: "No he hablado nunca con Thiago ni de mi futuro ni de mi problema. No he presionado al club ni a nadie, no es mi estilo, y él no sabe el problema que me ha obligado a llegar tarde de las vacaciones. Y es mentira que me quiera ir del PSG, quiero acabar mi carrera aquí".

Entre discusiones y pases de facturas, el PSG sigue dominando la Ligue 1 de Francia con nueve puntos de diferencia sobre su escolta, mientras que en octavos de final de Champions League enfretará al bicampeón defensor del título, Real Madrid.