Un extenuado Mauricio Macri se recluyó hace 21 días en Villa La Angostura para descansar y, de paso, salir del centro de la escena al crujir la economía del país. En primer lugar, los aumentos de precios –transporte, agua, luz, prepagas, peajes, etc– están descontrolados, y si le sumamos la devaluación de fin de año, un combo que afirma que el gobierno no cumplirá con la meta inflacionaria anunciada no hace más de 15 días atrás por el canchero equipo económico. Una nueva derrota en la batalla emprendida contra la inflación, a dos años de haber iniciado su gobierno y 15 días después de correr el arco a su favor.

En segundo término, los despidos en el Estado levantan aún más la temperatura: el cierre de Fabricaciones Militares en Azul, despidos en municipios como Morón y Quilmes, la humillación a los trabajadores de Radio Nacional que se enteraban si tenían trabajo o no cuando fichaban su ingreso, el vaciamiento a los canales educativos como Paka Paka, Encuentro y la TV Pública, y la lamentable militarización en el Ministerio de Medio Ambiente para amedrentar a los trabajadores despedidos; son sólo algunas pinceladas de esta acuarela del ajuste que pinta Cambiemos en el verano. Casi 3000 puestos de trabajo perdidos a 10 días de iniciar el año y se prevé que el número siga incrementando. Decía Juan Domingo Perón que “gobernar es crear trabajo”, al parecer Macri lo entendió al revés. Raro.

Sin embargo, no todo es helado de pistacho, golf y tortas galesas para el Primer Mandatario. Macri tuvo que interrumpir sus vacaciones en dos ocasiones hasta ahora. Una fue para inaugurar un parque eólico en Chubut. Días después nos enteramos que en el año 2016, el Grupo Macri logró sortear cualquier tipo de licitación y se hizo con seis parques eólicos, que luego revendió al Estado obteniendo una ganancia de u$s15 millones. Un emprendedor.

La segunda interrupción del descanso presidencial fue para visitar la provincia de Mendoza y sobrevolar las zonas afectadas por los incendios forestales donde ya se quemaron más de 125.000 hectáreas. Rápido de reflejos, nuestro simpático holgazán se sacó fotos en el helicóptero posando con cara seria, preocupado por la magnitud del incidente.

Por supuesto, sobre el ministro Sergio Bergman del que nada se esperaba, nada está haciendo. Bueno, aunque se esperaba que eche trabajadores de su ministerio y lamentablemente lo está haciendo. Digamos todo. Por su parte, el jefe de Estado aprovechó el viaje a Mendoza e inauguró la puesta en marcha de obras de repavimentación de la Ruta Nacional 143. El detalle fue que no sabía cómo se llamaba la obra y, pese a que se soplaron en el momento, lo dijo mal. Inesperado.

Pero no todas son malas noticias, ya están listos los cuatro carritos de golf que el propio Macri ordenó comprar para la quinta de Olivos. El costo de los mismos alcanza el $1.500.000, un vuelto. Con esta nueva adquisición, el gobierno se asegura el traslado vehicular al interior de la quinta presidencial. Que si nos ponemos serios es un tema de Seguridad Interior. Y si me apurás te digo que es una inversión en transporte que no se hacia hace 20 años. Que la cuenten como quieran: no afloje, presidente coraje.