El 2017 fue un año duro para Boca Juniors. Aunque se consagró campeón del torneo local, sufrió en demasía la ausencia de las copas internacionales y se notó en un plantel extenso y de alta calidad que solo competía en certámenes locales.

Por eso, los Xeneizes comienzan el 2018 con mucho entusiasmo y altas expectativas de cara a todos los frentes que se avecinan: Supercopa Argentina (ante River Plate), la segunda parte de la Superliga, Copa Argentina y la tan ansiada Copa Libertadores.

Y tal como se acostumbró en los últimos años, el presidente Daniel Angelici tiró de su abultada billetera para cumplirle todos los caprichos a Guillermo Barros Schelotto. Emmanuel Mas y Julio Buffarini llegaron para reforzar una defensa permeable cuya reconstrucción comenzó el semestre pasado con el arribo de Paolo Goltz.

A su vez, el retorno de Carlos Tevez es un hecho que inevitablemente divide a los bosteros: hay un grupo de hinchas que no olvida su huida a China para cobrar montañas de dólares, luego de haber asegurado que "el dinero no compra la felicidad" ante una Bombonera repleta que lo recibía en 2015.

Sin Fernando Gago ni Darío Benedetto, ausentes por lesiones, el Mellizo tendrá el desafío de rearmar al equipo y pelear hasta el final en todos los torneos. Por su parte, Angelici ya cumplió.