El radicalismo porteño formalizó la alianza entre el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, y el ministro del Interior de Enrique "Coti” Nosiglia. El tándem que conformaron para la elecciones de la Unión Cívica Radical porteña, significó un mensaje directo para la diputada electa por Cambiemos Elisa "Lilita” Carrió.

Pone en jaque el pacto Nosiglia-Angelici a la convivencia entre Carrió y Cambiemos

El acuerdo entre ambos referentes motivó la ira de la diputada, quien a través de la Coalición Cívica-ARI, emitió un comunicado en el que sostuvo que " (La CC) ratifica su compromiso con los principios fundacionales de Cambiemos y tomará distancia de los acuerdos corporativos y de negocios". La fundadora del espacio que llevó a Mauricio Macri a la presidencia aseguró que "si Cambiemos termina siendo un acuerdo entre Enrique Nosiglia y Daniel Angelici, la Coalición Cívica ARI confirma que no formará parte de este tipo de arreglos del que nos veremos obligados a tomar distancia". Este mensaje encendió las alarmas entre en el círculo presidencial. La chaqueña viene con un aura de poder inusitada por la contundente victoria en octubre y ya tiene en su historial haber tirado del mantel en la alianza UNEN en el 2014. No son pocos quienes ven el aval del propio Mauricio Macri detrás de la jugada.  

Esta mañana la diputada les envió un mensaje elíptico a Angelici y Nosiglia: "Quizás mi mayor orgullo es haber podido romper las reglas de la política en el partido. Este es un partido que está marcado por los principios y el afecto y no por los intereses. Fue duro. Se fueron muchos que tenían intereses, algunos están volviendo”.

No obstante, el "pacto” entre ambos tuvo su disputa "simbólica”, según ellos definieron, en las elecciones de la UCR porteña. Allí el ex ministro del Interior se "llevó” cinco comunas que pertenecían al "Tano”. Más allá de este dato, ambos se llevaron cuatro sillas que el radicalismo de la Capital Federal tendrá en la disputa por la renovación de autoridades nacionales que será el 15 de este mes. Además de Nosiglia, quedaron como delegados los "bingueros” Carlos Bernardou y Sandra Ruiz, que responden a Mauricio Macri.

La ira de Carrió se corporizó en el brindis del Presidente con los legisladores entrantes y salientes en la Quinta de Olivos. En lo formal,  no asistió por "cuestiones de salud”. Sin embargo, fue una clara muestra de "malestar” con el "pacto”.