Durante un tiempo, Ricardo Echegaray estuvo a salvo. Fue el único que se reunió con Macri antes de que asumiera y el que había logrado una oferta para seguir en su cargo. No la aceptó. Meses después, fue citado a indagatoria por Sebastián Casanello en la causa por la ruta del dinero K. Ahí empezaron las complicaciones judiciales de un funcionario que supo tener el poder de acceder a los datos reservados de todos y que ahora podría ser acusado (otra vez) de proteger a Lázaro Báez.

"¿Qué pasa con Ricardo Echegaray?”, se preguntó hace unos meses Laura Alonso, al mejor estilo Lilita Carrió. Después, vinieron dos procesamientos y un llamado a indagatoria por narcotráfico. Desde la Oficina Anticorrupción (o más bien desde su cuenta de Twitter), Alonso se encarga de recordar seguido que ya pidieron el procesamiento en la causa Ciccone.

La novedad que podría ensombrecer todavía más viene directo desde el lugar que mejor conoció Echegaray, donde resistió los ataques de camporistas y opositores: la AFIP. Por orden de Alberto Abad, un viejo enemigo, se presentó en el juzgado de Casanello Jaime Mecikovsky, un polémico funcionario que fue imputado el año pasado. Llevaba el resultado de un auditoría explosiva: Lázaro debe 1754.000.000 de pesos en impuestos.

Para la AFIP, Echegaray se encargó de proteger a Baéz y no informó de la deuda a los jueces. Cabe recordar que el empresario está procesado por lavado de activos, una imputación que necesita de un delito "precedente”, lo que quiere decir que se precisa probar que existió un delito anterior. La información de la AFIP, que puede ser clave justamente para terminar de cerrar eso, no es tampoco tan fácil de procesar e incorporar. 

Para la AFIP, Echegaray se encargó de proteger a Baéz y no informó de la deuda a los jueces

Resulta que Echegaray fue sobreseído en diciembre de 2015 por Norberto Oyarbide en una causa donde estaba acusado de entorpecer o paralizar las investigaciones que se hacían en AFIP con respecto a Baéz. El problema estaría, entonces, en que ninguna persona puede ser juzgada dos veces por un mismo delito. 

Hace algunos meses, la Cámara de Casación dijo que se debía diferenciar de una vez si la participación de Echegaray en la ruta del dinero K era por hechos diferentes a los que evaluó Oyarbide. Si la respuesta es no, no se lo podría involucrar en la maniobra.

No obstante, hay otro camino y lo trazó la Unidad de Información Financiera, otro de los arietes del oficialismo en Comodoro Py. En septiembre, le pidió a Casanello que declare la nulidad del sobreseimiento por considerar que se trata de "cosa juzgada írrita”. Esta figura implica la decisión judicial fue tomada bajo un engaño o con complicidad.

Lo que es claro es que a Echegaray se le acabó la tranquilidad judicial que gozaba. La semana pasada, tuvo que presentarse en la causa Ciccone. La semana que viene, irá a declarar por contrabando.