Alejandro Vandenbroele sigue hablando y las figuras políticas cayendo. No sólo el ex Vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, que está preso en el penal de Ezeiza, es protagonista del Caso Ciccone que investiga el juez Ariel Lijo, también lo es Gildo Insfrán. El actual gobernador de Formosa fue señalado por Vandenbroele, quien está acogido a la figura de "arrepentido".

Según el testimonio del abogado, la consultoría para la reestructuración de la deuda con Nación que pagó la provincia de Formosa y cobró la firma The Old Fund no sólo fue antedatada, sino también inexistente. Es decir, el "servicio" que a los formoseños les costó $7,6 millones nunca se llevó a cabo.

Vandenbroele precisó que el amigo y socio de Boudou, José María Núñez Carmona, fue quien lo contrató para confeccionar las sociedades y, luego, le diagramó el criminal camino hacia la corrupción. Primero debía acordar los honorarios con la entonces (hoy es Diputada Nacional) Ministra de Economía de Formosa, Inés Lotto de Vecchietti; luego, arreglar las transferencias, las comisiones y los movimientos con Martín Cortés, presidente del Banco de Formosa, quien recibió $2 millones como honorarios por sus servicios.

Y aunque Vandenbroele explicó que no conocía a Insfrán, aclaró que los hechos eran realizados por intermediarios suyos. El Gobernador se hizo presente en el despacho del juez federal Lijo, pero no para declarar, sino para entregar un escrito desconociendo todo tipo de maniobras ilícitas y asegurando que la asesoría existió.

De todas maneras, Insfrán es consciente de su coprotagonismo estelar en una de las causas de corrupción más grandes del kirchnerismo. También sabe que este golpe puede significarle la gobernación que ostenta hace 22 años.