Bajo la consigna "No es reforma, es ajuste. Basta!”, se espera sobre el escenario las palabras de Hugo Yasky, Pablo Micheli, Sergio Palazzo y Pablo Moyano. La marcha se realiza en un momento tenso que los enfrenta con el triunvirato que conforma la CGT (Héctor Daer, Juan Carlos Schmidt y Carlos Acuña). Los popes sindicales, luego de varios días de negociaciones con el ministro de Trabajo Jorge Triaca, ya manifestaron su apoyo a la batería de reformas. Sin embargo, el tratamiento de la ley quedó pospuesto para comienzos del 2018.

"Se trata de reformas regresivas que golpean a los actuales y próximos jubilados, a los trabajadores de la economía informal y a todos los del sector formal. También se promueve la anulación de principios fundamentales del derecho del trabajo, como la irrenunciabilidad de derechos o la responsabilidad del empleador principal en el caso de las tercerizaciones, y la disminución de las indemnizaciones", sostuvo el titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo.

Dentro del Congreso también se vivirá una jornada frenética. Además de la jura de la ex presidenta, Cristina Kirchner junto a 23 senadores más, también la Cámara alta tratará una iniciativa crucial para el Gobierno: comenzará a debatirse la reforma previsional y la ley de responsabilidad fiscal.

Los sindicatos quieren poner en las escalinatas del Congreso a unas cien mil personas

Desde la organización del acto son optimistas y esperan congregar a más de 100.000 personas para enviarle una muestra de poder al Gobierno. En un principio, se especuló que la jura de Cristina sea acompañada por militantes en las afueras del Congreso, pero rápido la ex presidenta,  desalentó esa opción y pidió que acompañen la movilización opositora.

La nueva conformación parlamentaria será central en la votación de la reforma laboral. El jefe de la bancada FPV-Pj, Miguel Ángel Pichetto, ya avisó que sus votos quedaban condicionados a una "postura unificada” de la CGT.

Quiere el sindicalismo opositor copar el Congreso para dar una muestra de fuerza