Este miércoles, el Gobierno nacional cedió ante las presiones de las petroleras y anunció un nuevo aumento en el precio del combustible, esta vez, del 4%. La decisión dejó sin efecto a la resolución de tan sólo un mes atrás, cuando la Secretaría de Gobierno de Energía había anunciado el congelamiento de la nafta, al menos por 90 días.

A través de un comunicado, la Secretaría de Energía autorizó “una suba del 4% que entrará en vigencia desde el jueves 19 de septiembre”. La razón, argumentó la cartera que maneja Gustavo Lopetegui, fue a causa del “incremento del precio del petróleo que derivó del ataque sufrido por las infraestructuras petroleras de Arabia Saudita”. “Estos acontecimientos inevitablemente impactan en la producción, la comercialización y el normal abastecimiento de los combustibles en nuestro país”, indicó el documento.

Si bien las surtidoras no confirmaron el aumento, todo hace suponer que, a partir de las 0 hora del jueves, las estaciones de servicio suban un 4% su valor del combustible. De ese modo, el litro de nafta súper en YPF –que controla casi el 60% del mercado- pasaría a costar $45,49, mientras que el litro de nafta premium tendría un precio de $52,45.

Ocho aumentos en doce meses: el precio de la nafta desde septiembre del 2018

Fuente: Elaboración propia con datos de la YPF

El precio de la nafta, un año atrás

Con la novedad de un nuevo aumento, cabe la duda de cuánto costó la nafta durante los últimos doce meses. En septiembre, pero del 2018, a raíz de la devaluación de la moneda, las empresas petroleras decidieron aumentar el precio de combustible un 8% por ciento. El litro de nafta súper -la “común”- costaba $36. El de nafta Premium, $43.

No sería la última suma del año: en noviembre el valor del hidrocarburo tuvo un incremento del 2%. Por ende, el precio quedó el litro de nafta súper costó $37,59 y la premium llegó a $44,22.

Con el año entrante, el precio tuvo una breve rebaja, pero a comienzo de febrero, otra vez, volvió a disparase su costo: la marca común (súper) subió a $37,62 y la Infinia (la marca Premium de la empresa) pasó a $43,40. Ni un mes pasó que nuevamente en febrero volvió a subir, esta vez con la justificación de “impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL), el aumento del precio internacional del barril del petróleo y la variación del tipo de cambio”. Los valores llegaron a $38,67 la nafta común y $44,62 la nafta Premium.

El 30 de marzo, la Secretaría de Energía autorizó el aumento del 4,55 por ciento. Otra vez, la devaluación –del 10% en marzo- generó que el precio de la nafta común supere, por primera vez, la barrera de los 40 pesos ($40,43) y la Premium, $46,65.

Como en la película el Día de la marmota, en el 30 de abril las estaciones de servicios decidieron aumentar los precios, luego del aval del gobierno. En YPF, el litro de nafta súper en la ciudad de Buenos Aires costó $42,01; el de Infinia, $48,47.

El último aumento antes de septiembre tuvo lugar el 2 de junio. Las razones de este aumento, de acuerdo con lo expresado por las compañías petroleras que operan en Argentina, se debieron al “incremento durante junio del precio internacional del crudo Brent, la suba del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y de los biocombustibles con los que se cortan las naftas (etanol) y el diésel (biodiésel)”. Los precios de referencian habían sido $43,71 para la nafta súper y $50,43 para la premium (Infinia).