El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, cercenó esta tarde los cortocircuitos con el gobierno nacional al reunirse con Alberto Fernández en la Casa Rosada. Tras rechazar el decreto que instó a la provincia a aumentar las restricciones en la circulación por la agudización del brote del nuevo coronavirus, el radical resaltó la capacidad de diálogo y aseguró que trabaja mancomunadamente con el Presidente para contener al Covid-19.

"Estamos trabajando con el presidente por el bien de todos en esta situación tan conflictiva e inimaginable que nos ha tocado gobernar. Hacemos el mejor esfuerzo sin ningún tipo de especulación política", sostuvo el mandatario provincial, tras el encuentro en el que también participaron Martín Guzmán, Santiago Cafiero y Eduardo Wado De Pedro.

Suárez se expresó así luego de los desplantes públicos con el Ejecutivo nacional por las diferencias en las medidas para contener al virus. Es que este lunes, el mendocino aseguró que su provincia no acataría el endurecimiento de la cuarentena que anunció Fernández para departamentos de 18 distritos del país. Este martes, en el parte vespertino que entrega el Ministerio de la Salud, Mendoza reportó 653 nuevos contagios y el acumulado asciende a 33.052 desde la llegada de la pandemia.

Ante las declaraciones de Suárez, el ministro de Salud nacional, Ginés González García, había salido al cruce al indicar que el nivel de ocupación de las camas de terapia intensiva en la capital se acerca al 95%. Desde la Casa Rosada también deslegitimaron el reclamo del radical. Según consignó NA, fuentes del gabinete aseguraron que los funcionarios mendocinos "se revelaron ante algo que no existía, porque el gobierno no mandó a Fase 1 a nadie en el país".

El cónclave entre Suárez y Fernández, salpicado por los entredichos de este lunes, tenía como objetivo firmar -por segunda vez con Mendoza- el programa de Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP), que entrega $3.000 millones para enfrentar las consecuencias económicas derivadas del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

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"En este momento están suspendidas las visitas familiares, reuniones de amigos, y celebraciones religiosas. En Mendoza estamos en una meseta, pero que es una meseta alta y esperamos que baje. Vamos a ver la evolución epidemiológica para hacer el pedido sobre estas actividades, pero en este momento están suspendidas", recalcó, luego de la reunión que devolvió el sosiego entre ambas administraciones.

Por último, realizó una autocrítica y resaltó el "muy buen diálogo" con el Presidente. "Lo que yo dije en la conferencia de prensa y ratifiqué ahora es que hubo un DNU que nosotros conocimos el domingo. En el decreto se entendía que pasábamos a la Fase 1. El Presidente me dijo que estaba bien interpretado el DNU, porque él no pretendía en ningún momento mandar a la provincia de Mendoza a Fase 1. Con lo cual, quedó aclarado".