Dos de los tres grupos de acreedores privados que acordaron hace dos meses reestructurar el 99% de la deuda externa con la Argentina cuestionaron este jueves, en duros términos, el rumbo económico que adoptó el gobierno de Alberto Fernández tras la ejecución del canje.

Exchange Bondholders Group y el Comité de Acreedores de la Argentina consideraron que la crisis del país es "dramática" y aseguraron que "ya no es plausible que el gobierno culpe de sus problemas al legado que heredó", en acepción a la administración de Mauricio Macri. El grupo restante, Ad Hoc -que nuclea a los fondos de inversión más importantes, como BlackRock y Fidelity-, no adhirió al comunicado.

Además, los acreedores presionaron para que la administración nacional acuerde de forma inminente un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional, cuestionaron la negación de Martín Guzmán a presentar una agenda económica y lamentaron que el Banco Central haya reforzado una política cambiaria que "promueve las importaciones y desalienta las exportaciones" lo que ha "agotado las reservas a un nivel peligroso".

8 críticas de los bonistas a la Casa Rosada

  • "El Gobierno argentino aún tiene que ofrecer una visión económica coherente y sostenible a la sociedad argentina y a los mercados".
  • "Nuestros sacrificios para proporcionar una estructura de deuda que Argentina es capaz de atender, ¿fueron esencialmente insignificantes frente a un país que simplemente puede no estar dispuesto a pagar?".
  • "Los acreedores ya cumplieron su parte, brindando una oportunidad histórica a la Argentina para comenzar de nuevo. Ahora le toca a Argentina y al FMI hacer su parte".
  • "Las autoridades económicas de la Argentina no solo no han logrado restablecer la confianza, sino que las medidas políticas adoptadas inmediatamente después de la reestructuración de la deuda han empeorado drásticamente la crisis".

  • "La brecha resultante de más del 100% entre el tipo de cambio oficial y el paralelo garantiza virtualmente que las reservas no se puedan reconstruir, un caso clásico de dinero poco sólido que expulsa dinero sólido".
  • "La Argentina insistió en negociar la reestructuración de su deuda comercial antes de elaborar un plan económico detallado y negociar un nuevo programa del FMI".
  • "El ministro Guzmán se negó asiduamente a proporcionar parámetros específicos de una agenda económica a los acreedores, insistiendo simplemente en que la sostenibilidad fiscal y la reconstrucción de las reservas internacionales eran sus objetivos firmes".
  • "En lugar de presagiar una reapertura del acceso a los mercados para apoyar las necesidades manifiestas de inversión de Argentina, las secuelas de la reestructuración de la deuda son un páramo virtual para el crédito argentino".