El conflicto con el personal de la Policía bonaerense no cede y, más bien, escala. Luego de dos noches de protestas y manifestaciones por parte de los uniformados, a pesar del anuncio de aumento de la gobernación, una parte de los sectores movilizados llevaron sus patrulleros a la Quinta de Olivos y elevaron la tensión política al máximo.

Frente al crecimiento de los reclamos, el presidente Alberto Fernández se refirió públicamente por primera vez al tema y advirtió que el "gobierno nacional no se va a hacer el distraído".

El mandatario advirtió también que "no es ético" aprovechar la pandemia para "profundizar la crisis". En el mismo sentido se pronunció el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, que resaltó: "Los problemas se resuelven hablando formalmente y con sensatez".

El ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, catalogó al cuadro de situación de "sedición". "La policía es un cuerpo de civiles armados, preparados para proteger a los civiles desarmados. La legitimidad de pedir un aumento salarial deja de ser tal cuando esa condición se usa para extorsionar al Estado", afirmó.

El funcionario Andrés Larroque, en tanto, consideró que "lo tienen sin cuidado" quienes especulan con las medidas de fuerzas de los uniformados y consideró que "son las reglas del juego".

La presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, Anabel Fernández Sagasti, cuestionó que los policías rodearan con armas la residencia donde se encuentra el Presidente y recalcó: "Repudiar este hecho y defender la democracia es una obligación ética y moral".

Por otro lado, el Partido Justicialista emitió un comunicado firmado por José Luis Gioja y Gildo Insfrán, donde expresaron "su más firme apoyo" a Kicillof y repudiaron "la manipulación política de la protesta".

"No es el lugar", "manipulación", "legítimas reivindicaciones" y un tuit borrado: 13 reacciones del arco político frente a la protesta policial

El cuestionamiento de los dirigentes justicialistas fue un dardo velado a pronunciamiento como el emitido por el bloque de Diputados de la UCR que pidió al Gobierno "una respuesta inmediata a los reclamos de la policía".

El comunicado de los legisladores radicales, sin embargo, fue seriamente cuestionado por omitir la situación en Olivos y tuvo que ser borrado de sus redes sociales poco después de publicado.

Sin embargo, el diputado Fernando Iglesias sorprendió al manifestarse "en contra" de la manifestaciones frente a la Quinta de Olivos y señalar que "no es el lugar", aunque aclaró su respaldo al pedido del aumento.

En ese sentido, el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara baja, Mario Negri, subrayó que "un reclamo laboral de quienes deben trabajar por la seguridad de los argentinos es legítimo, pero es inaceptable que su canal de expresión sea una manifestación de los uniformados ante la Quinta de Olivos". "No se puede poner en jaque las instituciones democráticas de ese modo", remató.

Del mismo modo, el radical Facundo Suárez Lastra se desmarcó de sus compañeros de bloque al considerar que la manifestaciones del personal policíal frente a la residencia del presidnte "genera incertidumbre y preocupación".

A su vez, el jefe de gabinete de Lanús, Diego Kravetz, señaló que corresponde "que (la policía) vuelva a prestar" porque sus reclamos fueron atendidos por la gobernación.

El intendente de Pinamar, Martín Yeza, sentenció: "Una cosa es un reclamo salarial y otra muy distinta querer marcar límites a la democracia. Mi acompañamiento y solidaridad con Alberto Fernández y Axel Kicillof".

En tanto, el ex senador de Cambiemos, Federico Pinedo, resaltó que "la democracia debe respaldar a su policía, la policía debe estar subordinada a la democracia y nada tiene que hacer un reclamo en la sede presidencial".