Más allá de las opiniones dentro del Gabinete y de algunos funcionarios en particular, las voces amarillas que transitan el Congreso son el gambito que precisa la iniciativa para comenzarla a discutir. El más importante que marcó la cancha fue el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó: "No va a haber número. Tiene que ser una sesión ordinaria como corresponde”, dijo en un audio que filtró una periodista. También, mientras salía del encuentro de la tropa parlamentaria oficialista en Olivos, el jefe del interbloque Cambienos en la Cámara baja, Mario Negri, dijo que el oficialismo sacó "de abajo de la alfombra un debate de esta envergadura. Hasta ahora no hay ningún pedido de sesiones. Si hay pedido de sesión especial no vamos a dar quórum a eso. Pero vamos a profundizar el debate por el camino normal que corresponde, que son las comisiones", dijo.

Las voces a favor del aborto acordaron con el oficialismo que si daban de baja la sesión especial (que desde el sector de Donda baraban para el 8), se establecería un cronograma de tratamiento del proyecto que habilita la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14.

El mayor obstáculo  en la Cámara baja -más allá del previsible rechazo puertas adentro de Cambiemos- es la propia postura del peronismo federal, ahora comandado por el salteño Pablo Kosiner(el cual tiene 35 bancas): el miércoles a las 16 se reunirá con su tropa para definir su postura. En diálogo con elCanciller.com el propio diputado lo explica:  "No estoy a favor de la despenalización total del aborto. Creo que hay que perfeccionar la actual regulación del art. 86 del Código Penal, manteniendo la no punibilidad para los casos de evitar el peligro de vida para la madre si esto no fuese posible por otros medios y si el embarazo proviene de una violación conforme el criterio actual de la Corte Suprema de Justicia. Es mi postura personal”, dijo. No obstante, los diputados que integran su bloque tampoco adhieren a la iniciativa. Casi todos vienen de provincias en donde todavía hay una fuerte influencia de la Iglesia sobre el Estado. 

En el kirchnerismo el panorama es diferente: escindidos de la postura histórica de su jefa política, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el jefe del bloque, el santafesino Agustín Rossi avisó que a título personal votará "a favor de la despenalización del aborto", al tiempo que afirmó que "en nuestro bloque hay amplia libertad para expresarse sobre el aborto, no hay una posición unificada". Bienvenido que se dé el debate; pero para que se apruebe, ahí no vamos a contar con la mayoría de Cambiemos, porque va a votar en sentido contrario".